El alcalde de Chiva, Emilio Morales, admitió ante el resto de la corporación local durante el pleno del pasado 27 de enero que usó un coche municipal para viajar a Carboneras (Almería) el día 2 de junio. Es más, también reconoció que en ese viaje fue sancionado por exceso de velocidad. Eso sí, aseguró que se hizo cargo de todos los gastos de combustible y que él mismo pagó la multa de su bolsillo.

Según una denuncia del edil socialista Salvador Martínez, en esa fecha Morales (Compromís) y su teniente de alcalde Fernando Casanova (Vinchi, Vecinos Independientes de Chiva) se presentaron en la ciudad andaluza donde él reside por motivos laborales y allí le coaccionaron con una grabación embarazosa que, al parecer, le vinculaba con una posible moción de censura para que dimitiera de su cargo. En la vista judicial, tanto Morales como Casanova reconocieron haber ido hasta Carboneras para ver a Martínez, pero con la intención de informarle de su situación en el ayuntamiento.

Durante el pleno del 27 de enero, aquel suceso de Almería volvió a salir a la palestra cuando el portavoz del PP, José Manuel Haro, le preguntó al actual alcalde si en aquel viaje empleó un coche del ayuntamiento, a lo que Morales respondió «sí que te puedo contestar, otra cosa es que quiera». Tras ello, el primer edil admitió que sí que usó un coche municipal para aquel viaje, pero añadió que él mismo pagó el gasoil. «No hay nada que ocultar», concluyó.

Avanzada la sesión, salió una nueva cuestión relacionada con el mismo tema cuando el edil de Ciudadanos, Jesús López, utilizó su palabra para decir que llegó una multa por exceso de velocidad del vehículo municipal en aquellas fechas y se pedía que se identificara el conductor. Morales le cuestionó: «¿Y te ha llamado Tráfico para decírtelo o cómo has tenido acceso a esa decisión?» Sobre quién había conducido, Morales le responde «¿tú qué crees?», a lo que López le dice que tiene sus dudas y por eso lo pregunta. «Con eso te vas a quedar. Pídelo por escrito», le espetó el alcalde que, a los pocos segundos, le reconoció que la multa «está pagada».

Acto seguido, Morales aseguró que él se hizo cargo de la sanción porque él fue quien conducía, a lo que añadió que ya llevaba 600 euros pagados en denuncias de tráfico desde que es alcalde de Chiva e insistió en que no creía que el resto de concejales de la corporación pagaran sus multas de sus bolsillos.

Aquel día 2 de junio, Salvador Martínez envió su dimisión como regidor de la corporación de Chiva por burofax al ayuntamiento tras la visita de Morales y Casanova. Horas más tarde, mandó un nuevo escrito al consistorio en el que revocaba su decisión y abogaba por mantener el acta. A continuación acudió al puesto de la Guardia Civil de La Garrucha (Almería) para denunciar los hechos.