El desbordamiento del río Turia la pasada madrugada del lunes al martes, desencadenado por el rebosamiento del embalse de Buseo en Chera, provocó múltiples daños en los pueblos que se encuentran junto al cauce, entre los que destacó el derrumbe de un puente de piedra peatonal en la localidad de Sot de Chera.

Las abundantes precipitaciones que cayeron en Chera, unidas al agua que llevaba almacenada el pantano por los temporales de lluvia y nieve que afectaron a la zona en diciembre y enero, provocaron que el embalse se desbordara. Esta vez no fue suficiente con el aliviadero que mantiene la presa en un lateral, por el que brotó el agua con esa intención.

Esta acumulación de líquido anegó las zonas de ribera de los primeros pueblos que siguen el transcurso del caudal del Turia después de Chera, como es el caso de Sot de Chera, Gestalgar o Bugarra, donde según algunos testigos el nivel del líquido superó los 60 centímetros de altura.

Precisamente el primero de ellos, Sot de Chera, donde pasa el afluente del Reatillo, fue el más afectado por esta riada, que se llevó por delante un puente de piedra peatonal que unía el centro turístico rural con el resto de la población, así como el pavimento de la zona de playa continental y múltiples sendas, y provocó numerosos daños en la infraestructura turística del municipio, según explicó su alcalde, Tomás Cervera. «Ha afectado a nuestra gran artería paisajística y turística», denunciaba a la vez que se mostraba afortunado por que no haya habido víctimas personales: «Tuvimos suerte de que la crecida llegara de madrugada y la gente no andara en ese momento por allí», manifestó.

Sin aviso en Bugarra

Con una situación similar se encontraron en Bugarra, pero con la salvedad de que no recibieron el aviso de Emergencias a tiempo para minimizar daños o dar aviso a los vecinos, según denunció su alcaldesa, Teresa Cervera. «Nos enviaron un fax al ayuntamiento a las 22.45 de la noche avisando de que el río iba a desbordar, pero a esas horas en un consistorio pequeño es lógico pensar que no haya nadie. Tienen nuestro teléfono para eso, pero no lo usaron», criticó. Así, se encontraron por la mañana con el caudal desbordado y su zona recreativa junto al río completamente inundada. «De habernos avisado, habríamos puesto en marcha el mecanismo oportuno para reducir los daños», denunció.