Un policía local de Chiva, que además es enfermero, salvó ayer por la mañana la vida a un bebé de 18 meses que estuvo a punto de morir atragantado con una aceituna en un bar de ese municipio. El menor se encontraba con su padre cuando se atragantó con una oliva. El hombre trató de extraerle el objeto, pero no pudo y, desesperado, llamó al 112 al tiempo que llevó al niño a una farmacia próxima, aunque ninguna de las personas presentes logró auxiliar al pequeño.

Cuando la ambulancia ya se encontraba de camino, un agente que regulaba el tráfico supo lo que sucedía y acudió a la carrera a la farmacia. En pocos segundos le aplicó la maniobra de Heimlich y logró que expulsara la aceituna y liberarle la vía aérea.

El menor, que sufría una fuerte hemorragia fue evacuado por la Policía Local al Hospital de Manises, donde, tras atenderlo, lo enviaron a la unidad pediátrica de La Fe, ya que había estado casi dos minutos sin respirar, por lo que los médicos prefirieron que fuese valorado en una unidad más especializada. Al parecer, se encuentra bien.