Llega el verano y una nueva de ola de calor afecta a la Comunitat Valenciana. Resguardarse del sol se convierte en casi una obligación para prácticamente cualquier ciudadano. Pero no solo la calle y el asfalto se encuentran sujetos a los efectos meteorológicos. Hasta 40 grados ha llegado a marcar el termómetro que muestra la temperatura del interior de la ambulancia SAMU de Buñol, según ha denunciado el sindicato CSI·F.

Y esto no solo afecta a los trabajadores o pacientes que tengan que hacer uso de esta unidad móvil, sino que, según ha advertido la propia central sindical, esta situación «puede causar la desnaturalización de la medicación y que no produzca el efecto pretendido». Es decir, los medicamentos y el material de esta unidad de atención médica urgente pueden sufrir un grave deterioro debido al calor, y no ser lo suficientemente efectivos cuando sean requeridos.

Según explican desde la central sindical, esta circunstancia se debe a «la falta de protección de la exposición al sol» que sufre la ambulancia, por lo que ya han pedido que se construya un techado en la base donde se encuentra ubicado el SAMU para que la ambulancia no se quede a la intemperie y no reciba los rayos del sol directamente.

Por otra parte, la llegada del verano también provoca un aumento considerable de habitantes en la comarca de la Hoya de Buñol-Chiva, puesto que muchas de sus poblaciones tienen un gran número de segundas residencias que se usan sobre todo en época estival. Ante ello, el CSI·F se ha sumado a las demandas de la Plataforma Pro Hospital de la Hoya de que este servicio del SAMU se preste durante las 24 horas del día.

Hasta el momento, el servicio de esta ambulancia, desde que se instauró en noviembre del año pasado, sólo funciona durante 12 horas al día. Durante el resto de la jornada, las urgencias se deben atender con vehículos que se encuentran en otras comarcas, con el cosiguiente incremento del tiempo de respuesta «y un deterioro del servicio a los usuarios», según denuncia CSI·F.