Ya ha pasado casi año y medio desde que la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, firmara el 26 de febrero del año pasado con carácter urgente la expropiación forzosa de terrenos «por motivos de seguridad» para iniciar las obras de la variante sur de Pedralba (V-175), una vía llamada a desviar el paso del tráfico pesado del casco urbano de este municipio de Los Serranos. No habían pasado 24 horas y la Conselleria de Medio Ambiente, también de Compromís, ya la había suspendido temporalmente por posibles afecciones al Parc Natural del Túria. Y a los poco meses emplazaba a la Diputación de València, en manos del PSPV y encargada del proyecto, a buscar otras alternativas. Pero a día de hoy ni hay variante sur, ni hay otro proyecto en marcha. Y no hay visos de que los vecinos de Pedralba vayan a librarse de esta lacra a medio plazo.
Al menos eso se desprende de la reunión que mantuvieron ayer el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, y representantes del ayuntamiento pedralbino y de la diputación. En ella, fuentes del consistorio señalaron que Álvaro emplazó a crear una mesa de técnicos para buscar otras alternativas al proyecto que ya se aprobó en su día. Hasta el momento la diputación siempre ha mantenido que la variante sur es la única posibilidad viable económicamente y que su afectación medioambiental es mínima después de cinco años de estudios. Pero aún así Álvaro no ha dado su brazo a torcer e insiste en que esta variante sur es incompatible con la revisión del Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parc Natural del Túria. Y eso pese a que las Corts instaron a que se desbloqueara y agilizara precisamente esa variante sur, con los votos a favor del PP y el PSPV.
El alcalde de Pedralba, el propular Roberto Serigó, se mostró una vez más «decepcionado» con la situación e insistió en trabajar sobre la propuesta que ya fue aprobada y no sobre otras nuevas. «Se ha perdido año y medio sin hacer nada», criticó. Pero la postura de la Conselleria de Medio Ambiente es muy clara: el trazado debe variar, cueste lo que cueste.
