Una gran tarde de «Fira» se vivió ayer tanto en Benigànim como en Cocentaina y Casas Altas, en un día en que miles de personas disfrutaron de los atractivos gastronómicos de la Vall d´Albaida, de las actividades de la feria más antigua de la Comunitat Valenciana en el municipio alicantino del Comtat y del dulce sabor de la manzana esperiega del Rincón de Ademuz.

Cerveza, aceite, vino, carnes, panes, embutidos, dulces, mieles y mermeladas, junto a las tapas de seis restaurantes de la comarca, pudieron degustar ayer los cientos de visitantes que se aproximaron a la XVIII Fira Gastronòmica de la Vall d´Albaida, que se inauguró ayer en Benigànim, que tomó el testigo de Bèlgida, donde se celebró la última edición de esta feria. Además de la cita con la comida, los asistentes también pudieron disfrutar de la XVI Mostra d´Artesans i Oficis, que se emplazó en la misma localidad. La alcaldesa de Benigànim, Amparo Canals, quiso invitar a toda la población de la comarca a este evento, que durará hasta esta misma noche, y destacó su relevancia «porque hacemos comarca y damos a conocer todo lo que sabemos hacer en nuestros pueblos».

A escasos 34 kilómetros por carretera de allí, en Cocentaina, miles de visitantes colmaron el inmenso recorrido de una Fira de Tots Sants que cumple este año su edición número 671. Los asistentes a la feria más antigua de toda la Comunitat Valenciana pudieron disfrutar de su amplia oferta comercial, turística y gastronómica, además de los espectáculos medievales.

Mientras, Casas Altas abrió ayer la V Feria de la Manzana Esperiega entre centenares de visitantes que pudieron valorar el apreciado sabor de esta fruta símbolo del Rincón de Ademuz.