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El vertedero de Pedralba multiplicará por cuatro los residuos que recibe al año

Medio Ambiente autoriza el incremento del ritmo de llenado de la instalación pese a las advertencias de Ecologistes en Acció

El vertedero de Pedralba multiplicará por cuatro los residuos que recibe al año

El pasado 15 de julio un incendio en el vertedero de residuos no peligrosos de Pedralba dejó una gran humareda negra que se pudo apreciar, y sentir en los pulmones, en buena parte de las comarcas de los Serranos y el Camp de Túria. Ecologistes en Acció reaccionó y pidió públicamente el cierre inmediato de la instalación tras denunciar que allí se estaban vertiendo residuos peligrosos, que habrían provocado no solo ese fuego, sino otros tres más en los últimos dos años. No será así. Es más, la cantidad de basura que almacenará la planta de Pedralba será todavía mayor: la Conselleria de Medio Ambiente ha firmado la autorización ambiental para que Girsa -empresa mixta coparticipada por la Diputación de València y propietaria de la instalación- incremente el ritmo de llenado del vertedero desde las 25.000 toneladas al año hasta las 96.000. Es decir, el volumen de residuos que llegará a Pedralba en un intervalo de 365 días se multiplicará casi por cuatro.

Este vertedero fue inaugurado en 1993 para albergar residuos sólidos urbanos de las comarcas cercanas. Sin embargo, el deseo expreso de Girsa de que acogiera basuras del área metropolitana de València chocó con la negativa de la entonces alcaldía socialista de Pedralba, por lo que fue clausurado e incluso estaba pendiente de sellado. Cuando el PP alcanzó el poder en el municipio en 2007 se reactivaron las negociaciones para su reapertura, que se certificó con dos condiciones: la instalación recibiría residuos de cualquier procedencia, pero deberían estar calificados como «no peligrosos».

Ecologistas en Acción denunció el pasado mes de julio que allí sí que se están vertiendo residuos peligrosos por lo que exigió «el cierre inmediato de las instalaciones por la violación de la licencia adquirida». De hecho, la entidad ecologista aseguraba que el origen del último incendio se debió a la recepción de este tipo de vertidos y que «el Juzgado nº 4 de Llíria está investigando la presencia de material y desechos hospitalarios en los vasos de vertido, lo que certificaría que se quebrantaron las normas de almacenamiento y procesamiento».

"La peor solución"

En cuanto a la nueva autorización recibida por el vertedero para recibir hasta 96.000 toneladas de residuos al año, el responsable del área de Residuos de Ecologistas en Acción, Carlos Arribas, criticó que es «una consecuencia más de la política en materia de gestión de residuos de la Generalitat». «Si no hay una modificación sustancial y no desciende el ritmo de creación de residuos con políticas certeras de reciclaje, los vertederos se quedarán pequeños y se colmatarán en muy poco tiempo», advirtió. «Los vertederos son la peor solución para los residuos porque consiste en esconderlos debajo de la alfombra. Los entierras pero siguen activos provocando gases con efecto invernadero, tóxicos o lixiviados y, además, ocupamos más territorio», añadió Arribas.

Luis Suller, coordinador de Ecologistas en Acción La Serranía, insistió en julio en que, al ritmo que llegaban los residuos a Pedralba, los depósitos estarían colmatados en tres años, cuando supuestamente les quedan diez de vida útil. Pese al aviso, la cantidad de residuos que llegarán a la planta se multiplicará ahora por cuatro.

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