Míriam Civera, Andilla

Además, estas labores han supuesto que maquinaria de gran tonelaje esté circulando por estrechos caminos rurales, con los destrozos que esto ocasiona» afirma Luis Súyer, coordinador de la plataforma ecologista.

Para los denunciantes, la forma en que se resuelve la adjudicación de este tipo de trabajos no es la más correcta. «El ayuntamiento de Andilla saca a concurso público la contrata y nadie se presenta, por lo que se declara desierto. Se vuelve a convocar el concurso y nuevamente nadie se presenta, por lo que el consistorio tiene manga ancha para adjudicarlo a quien quiera. Después no existe ningún tipo de fiscalización sobre la cantidad de madera, las dimensiones,...» añade Súyer. La época para llevar a cabo las labores de esclarecimiento del monte tampoco es la más adecuada, ya que hay muchas especies que tienen ahora a sus crías.

El alcalde andillano, Celestino Perales (PP) ha asegurado a Levante-EMV que «los trabajos de clareo que se están realizando en la rambla están controlados por agentes medioambientales» y añadió «que la persona que se ha quedado con la contrata de la madera es la única que presentó una plica en la subasta del ayuntamiento, por lo que nunca se ha adjudicado a dedo».

Según los ecologistas los trabajos en la rambla han provocado el emboce de más de un kilómetro de ésta con restos procedentes de los trabajos de la tala de madera, por lo que si cayese una fuerte tormenta durante estos días se desbordaría el encauzamiento natural de las aguas de este barranco. El camino rural asfaltado que discurre paralelo a esta rambla es la única vía de conexión entre las localidades de Villar del Arzobispo y Alcublas, ya que la construcción de una carretera entre ambos municipios es un proyecto aprobado en la dictadura de Primo de Rivera y que nunca se ha llevado a cabo.