Isabel Olmos, Torrent

Los trabajos -ubicados en la urbanización Santa Apolonia- comenzaron en 2007 y el fin está previsto para finales de 2009: tres años completos de excavaciones, camiones, ruidos y, lo que es peor para ellos, supresión de viales para poder entrar en sus viviendas. De hecho, llevan un año sin poder entrar con el coche en sus casas.

Según han explicado los afectados a Levante-EMV "nos están encerrando sin más accesos que el peatonal, en contradicción de lo que establece la ley. Vivimos como los reclusos de Guantánamo, entre rejas y sin que puedan llegar hasta nuestras casas los servicios de urgencias y emergencias y mucho menos nosotros con nuestros propios vehículos". Como ejemplo, los vecinos explican que más de una vez, al llegar a casa, "nos hemos encontrado con dos vallas hormigoneadas que impedían el paso tanto de vehículos como a pie. Es decir, ¡que no podíamos acceder a la casa!" por lo que han tenido que recurrir a la Policía Local de Torrent. "Los agentes no se creían lo que estaban viendo. Fueron a hablar con el responsable y al volver nos recomendaron que no nos metiéramos en líos", añaden.

Además de no poder entrar sus vehículos en casa desde hace un año, los vecinos sufren constantes perforaciones y extracciones de tierra y han contabilizado hasta "más de cien camiones diarios cargados de arena" frente a su vivienda. También denuncian que está cortada la salida a la autovía Torrent-Valencia así como la del canal por lo que "hay vecinos que tienen que ir hasta Picassent para poder conectar con la A-7".

El concejal de Tráfico, Santiago Miquel, ha explicado que el epicentro del problema se vivió en agosto y que desde entonces no tiene noticias de "haya pasado nada más sino que, al contrario, todo está tranquilo". Según ha manifestado Miquel, cuando recibió las quejas ordenó la paralización de los trabajos durante 24 horas e impuso un itinerario alternativo a los camiones "que están cumpliendo sin problema".