P. F., Alzira

La sentencia que condena a un año de inhabilitación al alcalde de Benimuslem le obliga a dejar el escaño y Tomás Rivera (PP) no podrá, como pretendía, ceder sólo la vara de mando y regresar al ayuntamiento una vez transcurridos los doce meses que fija la pena. La Junta Electoral de Zona le ha comunicado que la condena de inhabilitación por desobediencia implica la pérdida del acta de concejal en respuesta a una consulta elevada por el alcalde, que ha convocado para mañana un pleno para dar cuenta de la sentencia y en el que fijará el día en que tiene previsto presentar su renuncia al cargo, una fecha que ayer no quiso desvelar.

Esta sesión plenaria se celebrará en el último día del plazo fijado por el juzgado de lo penal número 5 de Valencia que, ante la demora del ayuntamiento en cumplir el auto de ejecución de sentencia, notificado el pasado 23 de octubre, dictó una providencia en la que, como ultimátum, concedía un mes de plazo para que se cumpliera el fallo de inhabilitación con la advertencia al secretario municipal que, de no hacerlo, podría incurrir en un delito de desobediencia. Esta resolución llegó al ayuntamiento el pasado 29 de enero y, por tanto, el plazo vence mañana.