R. L., Valencia

La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a un osteópata y quiropráctico, Juan J. G. H., a indemnizar a un paciente con 34.637 euros por negligencia médica por dejar inválido a un paciente, conductor de la EMT, que acudió a su consulta por unos dolores de espalda y salió en camilla para ser operado en el hospital.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2001. Desde septiembre, el enfermo venía recibiendo masajes y manipulaciones en la espalda, cuello y columna vertebral "con crujidos y fuertes movilizaciones".

En la última sesión, el osteópata le practicó masajes y "bruscas manipulaciones en la zona dorsal y cervical, espalda y columna vertebral", notando el paciente "un fuerte crujido al practicarle una brusca movilización lateral del cuello". Después, le puso agujas de acupuntura, "dejándole en posición decúbito supino durante 15 minutos", tiempo en el que el enfermo empezó a notar parestesias. "Este cuadro fue acrecentándose hasta quedar inmovilizado en la camilla y sin respuesta motriz", añade la sentencia.

Juan J. G. H. le dijo que era un ataque de ansiedad y cuando le cogió del brazo para incorporarle, cayó al suelo. Una ambulancia se lo llevó al hospital, donde fue intervenido de urgencia y fue trasladado al centro de parapléjicos donde le dieron de alta dos años después "por comprensión medular cervical aguda". Ello le provocó invalidez permanente y absoluta para todo tipo de trabajo.