Rosa Piquer, Bejís

El joven de 24 años vecino de Bejís, Enrique Pradas Franco, recibió ayer sepultura a las siete de la tarde. La familia al completo, sus amigos así como todo el pueblo de Bejís acudieron a la misa para darle al último adiós a este bejisero fallecido en el accidente que ocurrió el pasado lunes en las obras del nuevo Mestalla.

Las banderas ondean a media asta en el ayuntamiento en señal de duelo por la trágica muerte de Enrique Pradas, según ha señalado la alcaldesa de Bejís, Herminia Palomar. Desde el ayuntamiento, se ha preparado un centro de flores para el funeral. Uno de sus hermanos trabaja en la planta embotelladora de agua, al igual que hizo su padre hasta que se jubiló.

Palomar ha asegurado que el pueblo "está hecho polvo, es un palo". La alcaldesa ha explicado que todo Bejís se acuerda de su madre que "está muy destrozada". Los jóvenes de este municipio del Alto Palancia también se encuentran consternados por lo sucedido porque Enrique Pradas era uno de sus amigos. El ambiente en Bejís es desolador, "la gente está seria y triste", apunta Palomar.

Enrique Pradas es el menor de los tres hermanos, todos ellos varones, y deja una familia y una novia desconsolados. Desde hace cerca de cuatro años trabajaba en Valencia como soldador, aunque también estuvo empleado en Segorbe y en Palma de Mallorca. Por su trabajo Enrique Pradas residía en la capital del Turia pero subía todos los fines de semana a Bejís para estar con su familia, su novia y sus amigos.