Rafel Montaner, Valencia

La existencia de fosas comunes en Serra y Náquera con víctimas de la represión franquista procedentes del hospital Portaceli, que en 1939 albergó un campo de concentración con hasta 4.400 presos republicanos, y la posibilidad de que haya más tumbas colectivas en el cementerio de Paterna donde se enterraron parte de las 2.238 personas fusiladas allí entre 1939 y 1956, son dos cuestiones aún por investigar según dos de los principales historiadores que han estudiado los crímenes de la dictadura en la Comunitat Valenciana, Vicent Gabarda y Ricard Camil Torres.

Ambos confían en que la investigación abierta por el juez Garzón sobre los desaparecidos del franquismo incentive la investigación de estos hechos y permita abrir archivos cerrados a los historiadores, como los del Arzobispado de Valencia, o mejorar las condiciones de acceso a los sumarios del Tribunal Togado Militar de Valencia, donde según Torres "no hay suficiente personal para atender a los investigadores".

Campo de concentración

Gabarda, que en el trabajo más exhaustivo que se ha hecho hasta ahora sobre la represión franquista habla de 6.087 muertos en la Comunitat Valenciana, explica que "en realidad muchos de los fallecidos en el campo de Portaceli por tuberculosis fueron fusilados, según consta en el registro civil de Serra".

Este historiador apunta a que estos cuerpos se inhumaron en fosas de los cementerios de Serra y la vecina Náquera. Torres, por su parte, también coincide en que, según testimonios de presos que sobrevivieron a Portaceli, "allí murió gente asesinada, ¿cuántos? No lo sabemos". Añade que se debería investigar si hay fosas dentro del recinto del antiguo campo de concentración, hoy ocupado por el Hospital Doctor Moliner.

Gabarda, el "foco a seguir"

No obstante, Torres, no cree que estas nuevas investigaciones "aumenten mucho más el balance de víctimas que ofrece Gabarda, que es la máxima autoridad en el alcance de la investigación de la represión franquista" en la Comunitat Valenciana. Gabarda, según Torres, "estudió muy bien la represión y su trabajo es el foco que se ha de seguir y ampliar".

Gabarda también admite que el balance de más de 6.000 víctimas que ofreció en 1993 no es ni mucho menos definitivo, "seguro que hay muchos más, por ello hay que seguir investigando archivos a los que no tuve acceso, como los de la Justicia Militar y los de la Cárcel Modelo".

Sin embargo, Gabarda rechaza que la actualización de la cifra de víctimas que arrojen los nuevos estudios alcance ni por asomo la lista de 25.000 muertos enterrados en las fosas comunes del Cementerio General de Valencia que el Fòrum per la Memòria ha remitido a Garzón.

Torres, "sin animo de ofender a nadie", también resta credibilidad a dicho estudio: "Pienso que han confundido la forma con el fondo, ya que no creo que una persona de 90 años que muere por una enfermedad sea una víctima directa del represor, cuya muerte haya sido planificada por el Estado".

Barberá prefiere "hablar de futuro"

En cuanto a la petición del Grupo por la Recuperación de la Memoria a Garzón para que también solicite datos a los ayuntamientos de Paterna, Serra y Valencia sobre las fosas comunes de la dictadura que hay en los cementerios de sus municipios, los alcaldes de las dos primeras localidades, el popular Lorenzo Agustí y el socialista Javier Arnal, coincidieron ayer en afirmar que facilitarán "toda la información" al juez si este reclama su colaboración. Sin embargo, Rita Barberá, en declaraciones recogidas por Europa Press, se limitó a decir que ella quiere "hablar de futuro".