Rafel Montaner, Valencia

El Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia, la agencia espacial gala, va a incorporar un software desarrollado integramente en los laboratorios del Instituto de Automática e Informática Industrial (ai2) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) que mejorará la fiabilidad y seguridad de sus satélites.

Se trata de un hipervisor, un micro sistema operativo (microkernel) que permite que una computadora o procesador pueda usar distintos sistemas operativos a la vez. Diseñado a partir de software libre, el equipo de seis investigadores de la UPV liderado por el catedrático de Arquitectura y Tecnología de Computadoras, Alfons Crespo, que ha creado este hipervisor lo ha bautizado como XtratuM. Crespo nacido en Guadassuar hace 53 años, explica que esta tecnología "es la primera que se adapta al procesador que utiliza la Agencia Espacial Europea (ESA) en sus satélites, el 'Leon-2'".

El hipervisor es fundamental para lo que se conoce como sistemas de tiempo real o empotrados, aquellos en que un procesador se encarga de un control completo de un proceso o aplicación. "Los ejemplos son cercanos -explica Crespo- un coche de gama alta puede incorporar desde 10 a 30 sistemas informáticos empotrados que individualmente controlan la inyección, el sistema de frenado... En los satélites más pequeños, los sistemas empotrados se dispararan hasta el centenar".

Estos dispositivos de control, que en el caso de los satélites, regulan desde su propulsión, localización, comunicación con tierra hasta sus aplicaciones científicas, funcionan con distintos sistemas operativos por lo que precisan de un procesador exclusivo. Sin embargo, el hipervisor "hace posible que se pueden ejecutar varios sistemas operativos simultáneamente sobre un mismo procesador, con lo cual podemos reducir el hardware embarcado en los satélites", argumenta Crespo.

En órbita "en tres o cuatro años"

Esto, a parte de reducir sobremanera los costes, ya que sobre una placa o procesador se ejecutan varias aplicaciones que antes requerían varias placas porque utilizan sistemas operativos no compatibles, también incide en un menor consumo de energía al haber menos placas que alimentar. Esta es una ventaja estratégica en la industria aeroespacial al repercutir en una mayor vida de los satélites.

El hipervisor creado por la UPV, además, garantiza que los fallos en alguno de los sistemas que se ejecutan a la vez no afecte al resto, y aumenta notablemente la seguridad al incorporar mecanismos que reparan automáticamente dichos errores, lo que es clave en una tecnología crítica como es la aeroespacial donde la más mínima avería puede acabar con la misión.

Crespo explica que el CNES contrató a su equipo para que adaptaran el hipervisor que habían creado para los procesadores de la familia Pentium de Intel a las características de Leon-2, un trabajo que han culminado con éxito. "Ahora tenemos cuatro meses para crear un demostrador que se montará en un simulador de satélites con el fin de comprobar que trabaja bien en condiciones reales y tiene horas de funcionamiento", apunta antes de añadir que "hasta dentro de 3 ó 4 años no se lanzará al espacio".

Confía en que la futura utilización del hipervisor de la UPV en los satélites y microsatélites del CNES, como la serie Myriade, les de la experiencia o el bautismo espacial que necesitan para que la ESA "adopte el 'XtratuM', que es nuestro objetivo".