Josep Domingo, Vallibona

La situación denunciada en anteriores nevadas por vecinos de Vallibona o la Tinença de Benifassà ha vuelto a repetirse. "Limpian las carreteras tarde, o las limpian, o cuando las limpian no echan sal". Así lo explicaba un vecino de Castell de Cabres para definir la situación de la carretera que accede a la localidad desde el puerto de Torremiró. Lo cierto es que durante el día de ayer el vial que comunica los pueblos de la Tinença de Benifassà era una auténtica pista de hielo.

Un obrero que acudía a Herbeset para desarrollar unos trabajos lo dejaba claro. "Hemos visto como esta la carretera, es una pista de hielo, nosotros no entramos en esta carretera, damos media vuelta porque está impracticable". Lo mismo sucedía en la carretera de Vallibona. 16 kilómetros de hielo y nieve sobre el asfalto. Hasta mediodía por estas carreteras no había pasado ninguna máquina quitanieve y las que pasan "no llevan máquina automática para esparcir sal". Las brigadas rurales de emergencias aplican cuñas a los camiones de bomberos, pero estos vehículos no disponen de salero y por tanto "no deshacen el hielo".

Pese a que el día fue soleado y ventoso y la nieve se deshizo en numerosos puntos; en otros, con la llegada de la tarde-noche, el hielo era la constante sobre el asfalto.

La nevada llegó en la tarde del viernes con especial intensidad a la Tinença de Benifassà y los alrededores de Morella. La ciudad amurallada amaneció cubierta de blanco. También nevó en Forcall, Xiva, Portell, Vilafranca o Castellfort. La circulación también fue complicada en el puerto de las Cabrillas, en el término de Portell. Las placas de hielo eran abundantes aunque, en este caso, la limpieza fue efectiva y el estado de la carretera mejoró notablemente a medida que fue avanzando la jornada.

A la precipitación en forma de nieve se sumaron las fortísimas rachas de viento que se registraron ayer en Castelló. Las ráfagas superaron los 100 kilómetros por hora en Fredes, Ballestar o Catí. El fuerte viento llevó de un lado para otro la nieve, dejando zonas libres de blanco y otras con acumulaciones que superaban los 10 centímetros de espesor. Las temperaturas mínimas en Morella y Vilafranca rondaron los 2 grados bajo cero, aunque en la masía de Torremiró se llegó a mínimas de 5 grados negativos.

Las rachas de viento de 41 kilómetros por hora pudieron ayer con un árbol de la avenida Tres Forques de Valencia. Por otro lado, el cielo de la Comunitat Valenciana estará hoy poco nuboso, con vientos de componente oeste que podrán alcanzar los 70 kilómetros por hora en Valencia y Alicante y 80 en Castelló.