La dirigente socialista resaltó que Fabra "puede tener todos los caprichos que quiera con su dinero", pero matizó que "cuando se trata de pagar con dinero público, debería recapacitar un poco antes de financiar obras de este tipo".

Sabater se expresó en estos términos en un comunicado en relación con el libro del coronel José Luis Lapeña Carrasco, editado por la Diputación de Castellón, que se presentó en la Feria del Libro de Castellón de 2008, y en el que se ensalza la figura de Franco y se "tergiversa gravemente" la realidad de lo que fue la Guerra Civil.

Al respecto, la responsable del PSPV en Castellón indicó que en España, con la llegada de José María Aznar a la Presidencia del Gobierno, "se dio lugar a un revisionismo histórico que dio crédito intelectual, financió escritos y publicaciones y cedió páginas de periódicos y horas de televisión a historiadores rancios y dogmáticos", lo que, a su entender, "denotaba el claro deslizamiento de la derecha social y política hacia un neoconservadurismo radical.

Isabel Sabater aseveró que, "con esta estrategia, el PP consiguió cierto éxito entre el público poco propicio al pensamiento crítico, pero de ahí no deriva su peligrosidad, ya que ésta consiste en difundir una serie de presunciones sin cobertura científica, solamente convicciones que nacen de sentimientos ideológicos".

"LOCURAS INTELECTUALES"

Para la presidenta provincial del partido, "el peligro radica en que no solamente están reescribiendo el pasado, sino que pretenden construir el futuro basado en sus locuras intelectuales, lo que en nada facilitan un futuro de convivencia para todos".

Este comportamiento revisionista del pasado, según Sabater, "no se queda únicamente en este caso extremo del coronel y de la Diputación de Castellón, sino que ha tenido su reflejo en otras capas de la sociedad e instituciones, incluso aquellas de las que cabría esperar mayor seriedad".

Así, puntualizó que, hace unos años, el mismo concejal de Cultura y diputado provincial, Miguel Ángel Mulet, "editó un libro del alcalde Gimeno, en principio aséptico, 'Las calles de Castellón', con tan graves afirmaciones e inexactitudes sobre la guerra Civil y los personajes fascistas que tenían sitio en el callejero de la ciudad, que, de motu propio, el Ayuntamiento decidió después de publicado, destruir la edición completa".

La presidenta del partido añadió que, ahora, "de nuevo el concejal Mulet insiste y, con el generoso mecenazgo de la Diputación de Castellón, vuelve a publicar un libro de añoranzas, que no es peligroso por el hecho de que un coronel franquista ejerza de periodista sobre esa etapa de la vida española, también por su prólogo en que Fabra pretende que las banderías de los vencidos son la razón única del alzamiento y a la postre de su derrota".

Para Sabater, es "muy grave" que la diputación financie una obra en la que el coronel José Luis Lapeña Carrasco dice que "Franco colaboró a partir del 18 de julio de 1936 con las demás fuerzas sublevadas con el fin de dar a España un Régimen de Justicia, Paz, Orden y Armonía para todos los españoles".

"En el fondo quieren transmitir, falsamente, que Franco era un demócrata y un hombre providencial", manifestó la dirigente socialista, quien añadió que se trata de un libro "insostenible no sólo por las innumerables páginas de relleno, sino por la carencia de cualquier capacidad crítica para abordar la cuestión".

"NO HABLA DE LOS MÁS DE 900 EJECUTADOS"

Según puntualizó, esta obra "no explica ni habla de los más de 900 ejecutados vilmente en la tapia del cementerio de Castellón, desde el año 1939 hasta el 54". "De eso ni una palabra. Ni habla de la noche franquista para los vencidos o de la vileza de la jerarquía eclesiástica, que mirando hacia otro lado, permitía la ignominia con una parte de la población", recalcó.

Finalmente, la presidenta del partido instó a todos los ciudadanos de Castellón a que "reflexionen sobre el hecho de que bien se aprovechan nuestros impuestos en este país, publicando vilezas con el dinero de todos". "Así da gusto pagar impuestos en Castellón", concluyó.