El conseller de Agua, Medio Ambiente, Urbanismo y Vivienda, José Ramón García Antón, ha opinado hoy que se debe "volver a abrir" el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y "considerar todas las obras fundamentales" que estaban recogidas en este proyecto, entre las que se incluye el trasvase del Ebro.

García Antón ha hechos estas afirmaciones hoy en Alicante, antes de participar en la jornada "Gestión del agua en la Comunitat Valenciana y Murcia", junto con el consejero de Agricultura de esta última región, Antonio Cerdá.

"De ninguna manera consideramos que esta obra (el trasvase del Ebro) es inadmisible", ha añadido el conseller al considerar que esta construcción "es fundamental".

No obstante, García Antón ha señalado que "ha habido un cambio de gobierno, por lo menos en el tema del agua" y que este hecho ha propiciado "una situación de diálogo" en la que se "escucha" a la Generalitat Valenciana.

Así, ha indicado que "los trasvases no son ningún pecado y se pueden comentar", al tiempo que ha considerado que "se puede llegar a un acuerdo" en este sentido.

Además, ha expuesto que el Consell ha invertido en la modernización del 70 por ciento de la superficie de regadío de la Comunitat, si bien ha sostenido que todas estas actuaciones "no son suficientes si desde el Gobierno central no "se garantiza de forma definitiva" el trasvase Tajo-Segura y se recurre a las desalinizadoras "de forma puntual".

Por su parte, Cerdá ha manifestado que "los esfuerzo deben ser compartidos" cuando se trata de exportar recursos a otras comunidades autónomas, ya que la Región de Murcia "facilita" la llegada de energía a otras regiones y produce el diez por ciento de toda la que se consume en España.

"El problema de la política del agua es que hasta ahora hemos tenido una de improvisación, no una planificación seria y ordenada", ha apostillado el consejero de Agricultura murciano al exponer que "el agua sobra, pero está mal distribuida".

Cerdá ha opinado que España ha entrado en "una reforma de estatutos (de autonomía) irracional", al tiempo que ha señalado que "el agua es un recursos que vertebra un país", que "sobra en muchas partes" y que hay que "llevarlo allí donde falta".

De este modo, también ha justificado el mantenimiento del trasvase Tajo-Segura, infraestructura que "soporta 147.000 hectáreas" y de la que dependen "más de 70.000 familias" en Murcia, en la eficacia de la agricultura a la hora de combatir el cambio climático.

"Un kilo de fruta puesto en el mercado ha consumido un kilo de dióxido de carbono (CO2)", ha asegurado, a lo que ha añadido que "una hectárea de regadío absorbe seis veces más de CO2 que la misma superficie de un habitat natural".

De la misma manera, Cerdá ha explicado que España se enfrenta a otros países exportadores de productos agrícolas, como Turquía, donde "se están construyendo 23 presas y un regadío de 700.000 hectáreas", mientras que "aquí se eliminan trasvases y producción agraria".

Por otra parte, García Antón se ha referido al borrador de la demarcación del Júcar, que contempla la separación del Vinalopó y l'Alacantí, y ha aseverado que "no tiene ningún sentido que funcionen de forma distinta" y que "responde a un capricho de Castilla-La Mancha".

"Lleva desde el siglo XIX funcionando así (la demarcación que une las dos comarcas), de forma que hay acuíferos compartidos entre las dos comarcas, así como multitud de conducciones e instalaciones", ha explicado García Antón, quien ha señalado que la Generalitat "no puede asumir" esta propuesta del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.