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Al presidente de la Generalitat Valenciana le están haciendo un traje a medida y, en este caso, no es el sastre de Milano. Las hechuras las ha comenzado a marcar el Tribunal Superior de Justicia madrileño (TSJM), al inhibirse a favor del juez de Valencia para que impute en el mismo procedimiento que a Francisco Camps a los cabecillas del caso Gürtel en Madrid.

El magistrado instructor del TSJM, Antonio Pedreira, estima procedente que Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez sean enjuiciados por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) al aparecer "como pagadores" de la "posible recepción de dádivas" por la que se investiga a Francisco Camps, al portavoz del PP Ricardo Costa, al ex viceconseller Víctor Campos y al ex jefe de Gabinete de Turismo Rafael Betoret.

Esta decisión ha dado un vuelco a la causa en Valencia, que desde fuentes próximas al PP valenciano se veía cada vez más cerca del archivo -no olvidemos los dos "escaloncitos" que citó el presidente Camps que le quedaban-. Esta semana iba a ser decisiva a la espera de que la Sala del TSJ valenciano resolviera los recursos presentados por las defensas pidiendo el sobreseimiento, y también los de las acusaciones, pidiendo que se ampliaran las imputaciones, como ahora puede ocurrir si se aceptara la inhibición de Madrid.

Aunque esta decisión también la pueden recurrir la defensas de los imputados en Madrid. En concreto, tienen tres días cuyo plazo vence el próximo 3 de septiembre, al ser agosto un mes inhábil. Recordemos que una de estas defensas, la de Álvaro Pérez, se había personado al inicio del procedimiento y fue "expulsado" de la causa a Madrid, al asumir la competencia el TSJ valenciano sólo respecto del cohecho pasivo.

Además, la Sala del TSJCV ha dado un plazo de cinco días, que vence en septiembre, a las defensas y acusaciones en Valencia para que presenten sus alegaciones ante la inhibición de Madrid. Ello implicaría una situación un tanto absurda en el caso de que la Sala decidiera el archivo el lunes, ya que entonces la imputación de la trama de Madrid en el delito de cohecho quedaría en el limbo jurídico y procesal.

Respecto a las razones por las que el juez de Madrid reenvía esta parte de la causa a Valencia, son las mismas que han venido alegando la acusación popular y la Fiscalía, y que tanto el instructor José Flors como la Sala de Valencia han venido denegando sistemáticamente en referencia a la famosa "montería".

Son los mismos hechos

No obstante, el instructor Antonio Pedreira recoge íntegramente las motivaciones de las fiscales. En su auto explica que los hechos imputados a Correa, Crespo y Pérez por el delito de cohecho son "los mismos en relación con los eventuales regalos de prendas de vestir a Ricardo Costa, Francisco Camps, Rafael Betoret y Víctor Campos".

En este sentido, asume la tesis de la Fiscalía de que ambos delitos "son conexos" y "deben comprenderse en un solo proceso". Además, establece concretamente el delito por el que debería imputárseles: el cohecho activo del artículo 423 del Código Penal, como ya señalaba la Fiscalía en su petición al juez Flors.

Y añade el auto, copiando a la Fiscalía, que, "dada la íntima relación entre las conductas de quienes aparecen como donantes de los regalos y quienes aparecen como perceptores de los mismos, su enjuiciamiento conjunto resulta ineludible".

De otro lado, el magistrado madrileño abunda en que la misma Sala del TSJ de Valencia, cuando asumió la competencia de la causa que le remitía el juez Baltasar Garzón, ya dejó abierta esta puerta. En su auto del 21 de abril, el tribunal decía que "la Sala no se pronuncia, por el momento, sobre la competencia acerca de las conductas bilaterales atribuibles a particulares", y que decidirá según "lo que resulte del curso de las actuaciones".