Rafel Montaner / Valencia

Nadie podra presumir ya de que su casa es la más limpia de España. La patena del país estará en la sala blanca del nuevo Centro de Tecnología de Nanofotónica (NTC, siglas en inglés) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), cuyo interior será hasta 10.000 veces más limpio que un quirófano.

Dentro de esta sala limpia, la primera certificada en España para hacer fabricar nanochips fotónicos de silicio de manera industrial, un sistema de flujo laminar de aire en permanente recirculación desde el suelo hasta el techo creará las condiciones de pureza suficientes para fabricar unos dispositivos que pueden llegar a ser 10.000 veces más pequeños que el diámetro de un cabello humano.

Y es que en este mundo de lo minúsculo que ha alumbrado la nanotecnología, en el que se trabaja a escalas que van de la micra -la milésima parte de un milímetro- hasta el nanómetro -la millonésima parte de un milímetro-, las partículas en suspensión en el aire vienen a ser más o menos como elefantes en una cacharrería si se tiene en cuenta que el tamaño de un simple grano de polen oscilan entre las 2,5 y las 250 micras.

Por ello, la sala limpia del NTC de la Politécnica en sus 500 metros cuadrados tendrá tres ambientes de fabricación diferenciados según la cantidad de partículas por metro cúbico (m3) de aire permitidas: 10.000, 100 y 10. Hay que tener en cuenta que la sala blanca más popular, los quirófanos, son de clase 100.000 (100.000 partículas/m3).

Ciencia en la frontera

En Europa sólo hay otras tres salas blancas como la que el NTC pondrá en marcha en septiembre, aunque no podrá fabricar nanochips hasta octubre porque el circuito de aire tiene que estar un mes entero funcionando para limpiar por completo el ambiente.

En su construcción se han invertido cinco millones de euros, más otros 14 en levantar el gran cubo del Centro de Nanofotónica que la alberga. A todo ello hay que añadir los 25 millones que cuestan los equipos de fabricación que permitirán a este polo tecnológico producir de forma industrial unos 80.000 chips fotónicos al día de entre 10 nanómetros hasta 100 micras.

El director del NTC, el catedrático de Fotónica de la Politécnica, Javier Martí, destaca que la característica que hace "única en Europa a la sala blanca de la UPV es la capacidad de fabricar prototipos de chips en sólo una semana, algo clave que para la ciencia en la frontera que estamos haciendo, pues el tiempo es un factor crítico no sólo para la investigación sino también para el desarrollo de patentes".

El objetivo, continua Martí, es "crear un polo tecnológico e industrial que contribuya al desarrollo de la nanotecnología". En este sentido, estima que la línea de fabricación de chips fotónicos que van a crear "atraerá a empresas o laboratorios de I+D ya existentes en España y Europa, o permitirá crear nuevas compañías". Así, el NTC calcula que en tres años unas 2o firmas de tecnología punta, con una media de entre 20 y 30 investigadores, se instalen alrededor de su Sala Blanca, convirtiendo a la Politécnica en el "Silicon Valley" (Valle del Silicio) español.

El gran cubo de 3.500 m2 del NTC, donde trabajan actualmente 80 investigadores, tiene la particularidad de tener suspendida la Sala Blanca de fabricación de chips de silicio sobre unas enormes suspensiones que la aislan ante cualquier vibración que pueda desviar lo más mínimo el haz de los cañones de electrones que diseña los nanocircuitos sobre las obleas de silicio. Javier Martí, director del NTC, explica que la solución arquitectónica se adoptó al estar el Campus de Vera "en la confluencia del futuro acceso norte al puerto y la linea del AVE a Barcelona, así como al lado de la línea del tranvía de Tarongers". r. montaner collvalencia