A sus 39 años, Pilar no sólo ha superado un cáncer de mama sino que se ha convertido en la primera mujer del mundo que ha sido madre de unos gemelos (dos niños) que nacieron este domingo tras reimplartarle su propia corteza ovárica (donde se encuentran los óvulos) que se le había extraído y congelado para salvaguardar su fertilidad antes de iniciar los agresivos tratamientos oncológicos.

Los bebés nacieron por cesárea en la semana 34 de gestación (8 meses y medio) en el hospital Doctor Peset, el mismo centro donde tres años antes a la entonces enferma de cáncer se le extraía la corteza ovárica para dejar abierta la puerta a la maternidad.

Los bebés se encuentran ingresados en la Unidad de Neonatos y su evolución es favorable.

Este milagro de técnicas de reproducción asistida comenzó en mayo de 2008 cuando a la paciente, ya recuperada, se le reimplantó su propio tejido ovárico en el ovario contrario que estaba menos dañado, para que recuperara su función hormonal.

En ese momento comenzó el auténtico desafío, pues había que estar muy pendiente de las ovulaciones de la mujer y estimulárselas para lograr gran número de ovocitos y disponer así de suficiente material biológico que garantizara el éxito de la fecundación in vitro.

El servicio de Ginecología del hospital Peset y el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), que son los dos equipos que han participado en el proceso, solo tenían una consigna: o se quedaba embarazada o se quedaba embarazada. Y para ello iban a recurrir a todo tipo de técnicas. No había otra salida.

La doctora Juana Crespo, del IVI, que era la encargada de la estimulación ovárica hizo un alarde de imaginación y recurrió a todo tipo de productos, incluido la Viagra, para que la mujer que había tenido problemas de esterilidad previos a la aparición del cáncer, generara el mayor número posible de ovocitos.

El pasado verano, la paciente se sometió a una primera fecundación in vitro pero resultó fallida. Y de nuevo se reinició la estimulación ovárica. En esta segunda ocasión se consiguieron 19 óvulos, algunos fueron fecundados en fresco y otros se vitrificaron para disponer de más material biológico en caso de necesitarlo.

Dos de los embriones fecundados se le transfirieron con éxito y en marzo, la ginecóloga María Sánchez, de la Unidad de Preservación de Fertilidad del hospital Peset daba a conocer la noticia del primer embarazo gemelar del mundo con reimplante de corteza ovárica y vitrificación de ovocitos. Otras trescientas mujeres han preservado ya su tejido ovárico.

La extracción

de tejido ovárico

La extracción de tejido ovárico se realiza antes de que la mujer afectada por cáncer haya iniciado un tratamiento con radioterapia que le provoca un fallo ovárico precoz y la dejan estéril. La corteza ovárica que aloja los folículos que darán lugar a los ovocitos se extrae con una técnica quirúrgica poco invasiva: la laparoscopia. Se trata de una intervención menor y la mujer solo permanece en el hospital unas horas.

El material biológico extraído se congela a menos 196 grados en nitrógeno líquido y se custodia en el Centro de Transfusión.

Una vez que la paciente ha superado el tratamiento oncológico, la corteza se descongela y se le reimplanta en el ovario contrario para asegurar la función hormonal. La mujer empieza a ovular y se somete a una estimulación ovárica para obtener más ovocitos. Unos se fecundan en fresco y otros se vitrifican para recurrir a ellos en caso de que los primeros no respondan. En el mundo se han descrito cinco nacimientos de niños sanos tras un implante de tejido ovárico, aunque este es el primero del mundo en el que se ha combinado la extracción y la vitrificación.