La Policía Local de Gandia tuvo que pedir refuerzos en la noche de ayer, viernes, para poder llevar a cabo la detención de un inmigrante senegalés que vendía productos supuestamente falsos en la primera línea de la playa gandiense. Los agentes se encontraron con la sorpresa de que algunos compañeros del joven recriminaron la actitud de la policía y trataron de impedir la detención, actuación a lo que se unieron posteriormente cientos de veraneantes.

La policía no sólo tuvo que pedir refuerzos a todos sus compañeros en servicio esa noche en Gandia sino que, además, se solicitó la colaboración de la Policía Nacional, que desplazó varios coches así como, ante el cariz que estaban tomando los hechos, a dos patrullas de la Guardia Civil, cuerpo que no actúa en Gandia salvo casos excepcionales.

Durante la trifulca resultaron heridos leves dos agentes, y, al final, el inmigrante senegalés, N. M., de 18 años de edad, pudo ser detenido y permanece en la comisaría de Gandia acusado de venta de objetos falsificados, resistencia y desobediencia a la autoridad.

Los hechos sucedieron pasadas las doce y media de la noche del viernes cuando los agentes, dentro de las operaciones contra la venta ambulante y ante las numerosas quejas de los comerciantes de la zona, sorprendieron al joven senegalés vendiendo productos sin autorización.

Con un paseo Marítimo Neptuno repleto de turistas paseando a esas horas, el joven emprendió la huida hacia la zona de la arena de la playa, buscando, al parecer, campo abierto por donde zafarse de la policía.

En ese instante, una patrulla de las que operan en la arena, los "quads" de la Policía Local, le cerraron el paso y cuando procedían a detenerlo, se vieron rodeados por una decena de inmigrantes que increpaban la actuación de la policía y exigían a los agentes que lo soltaran.

En eso, centenares de turistas que presenciaron los hechos salieron corriendo en dirección a la arena de la playa para ayudar al joven senegalés.

Fue tal la cantidad de turistas que, en masa, acudieron a increpar la actuación policial que ello provocó un gran círculo de personas que rodeó a los agentes actuantes y al detenido, impidiendo que pudieran llevarse al joven vendedor hasta el coche patrulla.

Los turistas no dudaron en recriminar la actitud de la policía con frases como "¡dejad al pobre chico que trabaje!", acompañadas con insultos hacia los agentes, sorprendidos por esa reacción.

Poco después, la presencia de más dotaciones de las policías Local y Nacional y de la Guardia Civil calmó los ánimos y permitió que el detenido fuese llevado hasta la comisaría.

La Policía de Gandia incrementó hace meses las operaciones contra la venta ilegal de productos falsificados, no tanto por el "top manta" sino por la persecución de la falsificación de marcas, que genera pérdidas a esas firmas y que, a su vez, presionan al Gobierno para que erradique ese delito.

"Es una solidaridad malentendida"

El comisario-jefe de la Policía Nacional de Gandia manifestó ayer su sorpresa por lo ocurrido en la playa al detener al "top manta" que, supuestamente, vendía productos falsificados. Armando Jiménez señaló ayer que la reacción de los veraneantes que acudieron al "rescate" del inmigrante se debe a una "solidaridad malentendida". Jiménez recordó que el "top manta" es una acción que "conculca la legalidad" y que, por lo tanto, la policía tiene la obligación de cumplir la ley. El comisario lamentó los insultos que recibieron los agentes que actuaron esa noche. m. pérez gandia