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En septiembre, Llorenç y Pablo comenzarán un nuevo tratamiento médico para corregir la excesiva acumulación de metales pesados en su organismo. A sus once y tres años, presentan concentraciones de mercurio o aluminio mucho más elevadas de lo normal: 27 veces más mercurio de lo habitual y diez veces más aluminio en el caso de Llorenç. La intoxicación de Pablo "será la mitad", comenta su madre, Raquel.

Llorenç, de Sueca, y Pablo, de Valencia, son los dos últimos casos diagnosticados por contaminación por metales, que sus padres achacan a las vacunas. Sus historias se suman a las de una veintena de niños que, en la Comunitat Valenciana, presentan el mismo cuadro y que forman parte de la base de datos que prepara Manuel García, quien tras dar a conocer en junio el diagnóstico de su hijo Alejandro, se ha convertido en el líder de estas familias, que piden revisar las vacunas e investigar si son la causa de las intoxicaciones de sus hijos y, en última instancia, de los trastornos neurológicos que han desarrollado.

Y es que, al igual que los otros casos diagnosticados -dados a conocer por Levante-EMV-, Llorenç y Pablo acumulan a su intoxicación, trastornos del desarrollo. Llorenç "está muy afectado neurológicamente", comenta su madre, Lucía, aunque "no tiene diagnóstico de autismo". Su empeoramiento comenzó tras la primera vacuna, a los dos meses y medio, y se agravó a los 11 meses, tras otra vacuna. Tiene once años pero "es un bebé", señala Lucía. Pablo, sin embargo, ha mejorado en los últimos meses. El sólo cambio de dieta ha hecho que el pequeño evoluciones desde el diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA) a trastorno del lenguaje. "Empezamos con la alimentación biológica en Navidad y ha mejorado una barbaridad", señala su madre. A partir de septiembre, los doctores hermanos Mazzuca, especialistas en el protocolo DAN, que combina dieta biológica con tratamientos de descontaminación, tratarán a los niños.

Una nueva reunión con Escolano

Estos médicos está previsto que asistan en septiembre a la próxima reunión entre el director de Salud Pública, Manuel Escolano, y representantes de las familias afectadas. Este encuentro es la secuela del celebrado el pasado 27 de julio, en el que los padres entregaron a Escolano un documento exponiéndole la situación de sus hijos y planteando una serie de solicitudes que Escolano ha aceptado estudiar, según García. Entre ellas, que la sanidad pública realice nuevos análisis de metales a los pequeños (hasta ahora realizados en laboratorios de EE UU), que haga seguimiento de sus trastornos y que investigue por qué entre los 18 y los 20 meses, coincidiendo con el final del calendario de vacunaciones, los menores desarrollan trastornos neurológicos, entre otras cosas.

Según destaca García, Escolano insistió en rechazar cualquier vinculo entre las vacunas (que contienen, en algunos casos, trazas de metales como aluminio) y la aparición de TEA, no obstante, se muestra dispuesto a investigar los diferentes casos que los padres presentarán en una base de datos, según confirmaron ayer fuentes de Sanidad.