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Los orígenes siempre llaman a la puerta. Y fue justamente eso lo que le ocurrió a Gonzalo Gayo. El valenciano, que sabía de sus raíces asturianas, desconocía, sin embargo, cualquier información relacionada con la cultura vaqueira. Sus antepasados pertenecieron al pueblo vaqueiro hasta que su familia emigró de los montes de Asturias hace tres generaciones.

¿En qué momento toma conciencia de su condición de vaqueiro de Alzada?

Fue por casualidad. Yo sabía que mi familia provenía de Asturias, pero la información que yo tenía al respecto era muy pobre. Un día, cuando yo todavía ejercía como periodista en Valencia, un familiar me llamó y quedamos para comer. Él fue quien me explicó toda la historia. Y a raíz de eso fui a Asturias a conocer mi historia y la de mi familia. Y una cosa llevó a la otra. Cuando quise darme cuenta estaba muy, muy metido en las montañas. Sin quererlo, ni darme cuenta, al final decidí quedarme aquí.

¿Cómo un periodista valenciano llega a ser vaqueiro?

Ser vaqueiro es una cuestión de apellidos, descendencia y antepasados. Soy vaqueiro porque me apellido es Gayo y soy de Asturias. Los vaqueiros se distinguen por los apellidos, como Gayo, Feito, Barrero o Lorences, entre otros. Mi bisabuelo salió de Asturias y fundó una carbonería en Madrid, mi padre llegó a Valencia, y yo hice mi vida allí, en la Comunitat, hasta que decidí volver a Asturias. Muchos somos descendientes y otros sólo llevamos el apellido, pero el origen es el mismo para todos.

¿Es usted periodista de profesión y vaqueiro de corazón?

No, soy vaqueiro de ADN. Porque mis antepasados son de allí. Yo no me dedico a la ganadería, me dedico al periodismo. El ser vaqueiro está en el apellido, no en la profesión. En la braña de Argumoso han vivido durante los últimos 400 años todos mis ancestros y es una aldea de 28 casas. Mi corazoncito está allí, pero ante todo, sigo ejerciendo como periodista.

¿Qué significa ser vaqueiro?

Los vaqueiros de Alzada son una población que durante siglos ha vivido en las montañas de Asturias y cuya principal actividad era la ganadería. En un momento determinado, en la sociedad asturiana se produjeron distanciamientos y enfrentamientos con la población de abajo, los saldos, principalmente por cuestiones económicas. También formó parte la Iglesia, que discriminó a los vaqueiros por su superioridad.

¿Cómo surgió la Asociación Cultural de los Vaqueiros de Alzada de la que es presidente?

La fundamos hace 9 años en la casa de la cultura de Tineo para de alguna forma recuperar las tradiciones, la cultura vaqueira y luchar por que se hiciera justicia con el pueblo vaqueiro en Asturias. De hecho, una de las grandes cosas que se consiguió es que la iglesia rectificara en sus actuaciones históricas. El párroco de Tineo pidió perdón públicamente en una carta parroquial a los vaqueiros por las injusticias que se habían cometido en el pasado.

¿Cuál es la lucha actual de la asociación?

Intentar recuperar las tradiciones y la cultura de los vaqueiros, pero también poner de manifiesto las importantes desigualdades y necesidades que se sufren hoy en día en las poblaciones vaqueiras de las montañas. Los caminos siguen siendo de tierra, el alumbrado público no ha existido hasta hace cinco años... Normalmente, tu pagas tus impuestos y tienes derecho a una serie de cosas, pero esa norma aquí no existe.

¿Cómo se ve la sociedad vaqueira conforme a los avances tecnológicos?¿Se encuentran más atrasados?

Internet y las nuevas tecnologías prácticamente no existen aquí. Es una de las reivindicaciones de la asociación. No sólo no se han atendido las necesidades del pasado, sino que las posibilidades del futuro también están totalmente sin cubrir.

¿Internet, Facebook y las redes sociales están aún muy lejos de su alcance?

Internet es algo que se está pidiendo porque es muy importante. Así, ese aislamiento que se produce en las montañas se rompería y se podría, de alguna forma, conectar con todo el mundo. Desde la asociación utilizamos grupos de Facebook, "los vaqueiros de Alzada", que somos más de 1.100 personas de toda España y todo el mundo. Es una forma de conectar y compartir los orígenes y tratar de mejorar las condiciones de vida. No sólo por el bien de los vaqueiros, sino también por el bien de Asturias. Si no es así desaparecerán las breñas y una parte muy importante de la historia y la cultura tradicional asturiana.

¿Es cierto que se presentaron como candidatos al Premio Príncipe de Asturias?

Nos presentamos el año pasado al apartado que premiaba al "pueblo ejemplar", al que pueden concurrir asociaciones, pueblos, aldeas o también colectivos humanos. Podríamos haber presentado a la asociación pero eso de colgarse medallas no tiene mucho sentido. Nuestra intención es que se premie al colectivo humano de los vaqueiros de Alzada. Nuestro objetivo es que se reconozca la historia, que Asturias lo ponga en valor y que no se avergüence de los orígenes vaqueiros.