Los días en el calabazo por un delito que no ha cometido. Ésta es la penitencia que tuvo que pagar hace un par de semanas Juan Antonio Torregrosa Pérez, vecino de la pedanía ilicitana de El Altet, por compartir su primer nombre y los dos apellidos con un preso de la cárcel de Huelva que estaba en situación de busca y captura.

No era la primera vez que se produce esta confusión, ya que, en una ocasión en la que Juan Antonio acudió a renovarse el DNI a una comisaría de Alicante, fue retenido durante dos horas. Sin embargo, ahora han sido dos días. El afectado insta a la Dirección General de la Policia Nacional y la Guardia Civil a subsanar el error, pues no está dispuesto a que la situación se repita por tercera vez. Para evitarlo, el tema ha quedado en manos de su abogado, que ahora recopila la documentación pertinente. También pedirá una indemnización por daños y perjuicios pues, "salvo los agentes, ningún responsable vino a disculparse", comenta.

El suceso tuvo lugar durante la estancia de Juan Antonio en el hotel del Xorret de Catí, en Castalla, el sábado 8. Al regresar de practicar senderismo con su mujer e hijos, la Guardia Civil lo detuvo y lo llevó al cuartel de Ibi. Destaca "el buen trato recibido en todo momento por parte de los agentes", que intentaron solventar el error. No fue posible debido al cierre de los juzgados durante el fin de semana. Juan Antonio fue retenido en los calabozos, donde sufrió un cuadro de nerviosismo con ansiedad por el que tuvo que ser trasladado a Urgencias.

Tras pasar la noche del sábado en los calabozos, a la mañana siguiente fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil de Castalla a tomar declaración, reiterando su inocencia. El cúmulo de acontecimientos vividos le volvió a provocar un cuadro de nerviosismo, del que tuvo que ser atendido en el hospital de Alcoi. Luego se le condujo de nuevo a los calabozos de Ibi, hasta que a primera hora del lunes lo llevaron al cuartel de Villena para tomarle huellas y realizarle la ficha policial, antes de dirigirlo a los juzgados de Ibi. Allí, tras mantener conversaciones con la administración judicial de Huelva, le dejaron en libertad, al confirmar que se trataba de una confusión.

De baja laboral

Desde entonces, Juan Antonio presenta un estado de alteración importante, que le ha reavivado el asma que sufre desde su juventud, debiendo de aumentar su dosis diaria de medicación. Estas dificultades también le impiden realizar su trabajo con normalidad, ya que maneja maquinaria con precisión, por lo que se ha visto obligado a pedir la baja laboral. Ante lo ocurrido, el afectado se pregunta: "¿Por qué me tratan como un criminal cuándo no he cometido ningún delito? ¿Hasta cuándo durará esto?"