?La tradición ancestral y española por excelencia ha sido siempre la siesta. Para los que practican el deporte nacional hay buenas noticias: los efectos físicos y psicológicos de la siesta son muy beneficiosos para el organismo.

Dormir una siesta puede ser una gran manera de ponerse al día con el sueño atrasado, aumentar la productividad y ser más creativos. "La siesta deja al cuerpo en un estado relajado, contrarrestando los efectos del estrés diario, mejorando la atención, la productividad y el estado de ánimo, además de la circulación sanguínea o los niveles de colesterol", según afirma el experto Gonzalo Pin Arboledas, Director médico de la Unidad del sueño infantil de la clínica Quirón de Valencia.

Y es que la siesta es reparadora hasta el punto de aumentar el rendimiento laboral, descargar la ansiedad y desbloquear la mente, aunque conviene no prolongarla demasiado (como máximo 30 minutos), ya que un excesivo descanso vespertino podría alterar el ciclo normal de sueño. Además, "es fundamental que la hora de siesta sea entre las 13.00 y 15.00 horas para que interfiera lo menos posible en el sueño nocturno y no alteren los ritmos biológicos del ciclo vigilia-sueño", según aclara la Doctora Pilar Rubio, Médica Adjunta de la Unidad del Sueño del Hospital Universitari La Fe de Valencia.

En definitiva, una muy buena costumbre que los especialistas recomiendan no perder, ya que puede reducir hasta un 37% el riesgo de morir de una enfermedad del corazón (por la relajación que una siesta implica), siempre que se sigan unas pautas relativas a la duración de éstas, olvidando los consejos del premio Nobel, Camilo José Cela, y "dejar el pijama, el padrenuestro y el orinal bien apartados".

Tal como señala la doctora Rubio del Hospital La Fe, las horas de sueño se dividen en ciclos de 90 a 120 minutos. Así, "cuando una siesta es más larga de 30 minutos fácilmente se entra en fases de sueño profundo, por lo que el despertar desde estas fases produce una inercia de sueño, embotamiento y cefaleas". Todos estos efectos son producidos por un exceso de sueño y la forma de evitarlos es acortando la duración de la siesta.

La obligatoriedad de la siesta

Según Gonzalo Pin Arboledas, experto del sueño de la clínica valenciana Quirón, para niños y ancianos es muy recomendable que disfruten de la siesta. En el primer caso, el de los niños, se raconsejaque duerman siesta, al menos hasta los 5 años, ya que, "es casi fundamental para el desarrollo físico y cognitivo del crío", destacó. "En muchos casos los niños lo hacen espontáneamente, pero en caso contrario, es necesario obligarles porque así tendrán una mejor inducción al sueño nocturno".

Prácticamente ocurre lo mismo con los ancianos, quienes, según las recomendaciones del Doctor Quirón, deben dormir siesta para que sus capacidades cognitivas se pierden lo más lentamente posible.

Lo que está claro, según palabras de Arboledas, es que "la siesta es un gran aliado para todos, no importa la edad". Está demostrado, añade, que las personas que descansan después de comer tienen una mayor tranquilidad y viven menos situaciones de estrés que el resto de personas.

El estrés es una importante causa de enfermedades cardiacas, por lo que evitarlo en la medida de lo posible es una buena prevención para acabar con estas dolencias. "Por este motivo, la siesta representa una importante vía de escape a las tensiones sufridas a lo largo de la jornada, ya que, nos ayudará a mantenernos relajados y nos va a predisponer a volver a afrontar el resto de la jornada con un ánimo mejor" destacó el médico.