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El número de consumidores habituales de cocaína, aquellos que recurren a esta droga cada semana, se doblará en España en seis años. Esta afirmación no surge de una creencia sino del resultado de un complejo modelo matemático para analizar el contagio de hábitos sociales desarrollado por el Instituto de Matemática Multidisciplinar (IM2) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).

Este modelo basado en ecuaciones diferenciales -en las que entran en juego parámetros como el porcentaje de éxito de las terapias, su duración media y el tiempo que transcurre desde que una persona tiene su primer contacto con la droga hasta que es consciente de que sufre una adicción- ha sido creado por los matemáticos valencianos Rafael Villanueva, investigador del IM2, y Francisco José Santonja, profesor de la Universidad Europea de Madrid y colaborador del centro de la UPV. Ambos han contado con la ayuda de Emilio Sánchez, psicólogo de la Unidad de Conductas Adictivas de Catarroja.

El porcentaje de consumidores habituales de cocaína en España, según las últimas cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad , se situaba en 2007 en un 1'6% de la población de entre 15 y 64 años. Para el 2015, el modelo de la Politécnica establece que dicho porcentaje rondará el 3'09%.

El estudio aborda también la población de consumidores regulares, aquellos que toman cocaína no todas las semanas, y ocasionales. En este caso, las estimaciones del IM2 señalan que en 2015 habrá un 4,98% de consumidores regulares, frente al 3% de 2007; y un 11,66% de consumidores ocasionales, frente al 8% de 2007.

Villanueva y Santonja, naturales de l'Olleria y Enguera, también han utilizado este modelo para prever la evolución de la adicción al alcohol. Los resultados predicen que para 2013 España contará con 1,3 millones de habitantes adictos al alcohol, un 4,8% de la población frente al 3,7% de 2007. Ahora planean aplicarlo para analizar las tendencias futuras en el consumo del cannabis.

Santonja defiende que el modelo de la UPV "es una herramienta útil para los que tienen que tomar decisiones en el ámbito de la Salud Pública", ya que de su investigación sobre el consumo de cocaína se desprende que "lo mejor es la potenciación de las estrategias de prevención, en especial aquellas dirigidas retrasar lo máximo posible la edad de acceso a esta droga".