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La Oficina contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas tiene constancia de que la Comunitat Valenciana se ha convertido en un objetivo prioritario de las maras, bandas latinas de origen salvadoreño que presuntamente están tras el asesinato del fotoperiodista francés con raíces alicantinas Christian Poveda. La ONU alerta de que las maras se han vinculado con las redes de narcotráfico y pretenden hacerse con el control de la distribución de la cocaína en Europa. El puerto de Valencia, según la policía, es una de las principales puertas de entrada de la droga al continente.

Al respecto, el encargado de programas para América Latina y el Caribe de la Oficina de la ONU contra la Droga y Delito (UNODC), Amado Philip de Andrés, asegura: "Tenemos indicios de que algunas maras están vinculadas con el narcotráfico internacional y han penetrado en Europa. Casi la mitad de la cocaína que se produce en la región andina -Colombia, Perú y Bolivia- tiene como destino Europa. El control del mercado de la cocaína es muy apetecible para este tipo de grupos criminales". Amado Philip de Andrés afirma que los miembros de las maras "tienen tendencia a instalarse en grandes ciudades para moverse mejor. En Valencia también. Ellos piensan en corredores transnacionales y Valencia está situada en un punto geográfico estratégico para consolidarse como plataforma de lanzamiento para el resto del espacio Schengen".

El responsable de programas de la UNODC en América Latina destaca que han descubierto que "algunos miembros de las maras han sido reclutados para introducirse como avanzadilla en Europa. Su objetivo es actuar contra grupos de traficantes y ganar terreno". En El Salvador hay dos grandes bandas que son la mara Salvatrucha y La 18. Según los expertos de la UNODC, la mara Salvatrucha estaría aliada con narcotraficantes mexicanos y habría enviado en los últimos meses a doscientos miembros a Europa.

Naciones Unidas ha establecido un centro de investigación en El Salvador para analizar cómo operan las maras. La UNODC ha comprobado que en Guatemala y El Salvador "están intentando quedarse con parte de la economía sumergida. Por ejemplo, en Guatemala controlan el sistema de autobuses y cobran el "impuesto de guerra", que es una extorsión. Los líderes mareros están coordinando la extorsión desde la cárcel. Esto podría ocurrir en España", advierte Amado Philip.

El experto añade que en España ya hay grupos pandilleros con actividades propias de las maras como el tráfico de armas y de drogas. "Están entrando para ver cómo asentarse. A diferencia de El Salvador, aquí son miembros que no van completamente tatuados -los salvadoreños llevan incluso tatuajes en la cara con el nombre de su banda-. La tendencia es a vincularse con traficantes subsaharianos".

Hace unos meses, el director de la Policía Nacional Civil en El Salvador avisó de que el Centro de Pandillas Nacional había detectado movimientos de miembros de la mara Salvatrucha en Bolivia y Argentina, y que actuaban en cuatro provincias italianas. Amado Philip incidió en que un peligro añadido es que "están muy diversificados. Los miembros de las maras también se dedican al contrabando de medicamentos, la falsificación de productos de lujo y al trafico de armas".

Las maras no tienen nada que ver con grupos pandilleros como los Latin Kings, banda latina que fue desmantelada en Torrevieja. Los grupos centroamericanos son extremadamente violentos.

La policía calcula que en El Salvador hay unos 8.000 integrantes de las maras Salvatrucha y La 18. Las dos compiten por el mismo espacio y no dudan en apretar el gatillo. "Da vértigo ver lo que ocurre en El Salvador", afirma Amado Philip de Andrés. El miembro de Naciones Unidas insiste en que el "modus operandi de determinados grupos criminales está cambiando en España. Esto nos lleva a pensar que pueden tener una intervención organizada de las maras". Los especialistas de Naciones Unidades destacan la relación y la incidencia de otros factores sobre el narcotráfico como la venta de armas, la corrupción y el crimen organizado. Centroamérica, México y el Caribe se han convertido en los últimos años en la principal zona de tránsito de la droga en su camino desde América del Sur a Europa y Estados Unidos.

Los investigadores calculan que países de la región andina como Colombia, Perú y Bolivia producen al año mil toneladas de cocaína, que tienen como destino 10 millones de consumidores en los mercados estadounidenses y europeos. Negocio que quieren controlar ahora las maras.R. F.valencia