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El Instituto Español de Oceanografía (IEO) constata en su último informe sobre la contaminación en el Mediterráneo que el litoral de la Comunitat Valenciana es de los menos contaminados, si se compara los cinco puntos de muestro que existen en el litoral valenciano con los 21 que existen en el Mediterráneo. El estudio del Instituto de Oceanografía analiza desde hace años, dentro del proyecto Medpol Fase IV, la presencia de metales pesados y compuestos químicos en los sedimentos superficiales, los mejillones silvestres ("Mytilus galloprovincialis) y los salmonetes de fango ("Mullus barbatus"), ya que éstos dos últimos actúan como "organismos indicadores del nivel de contaminación" en el litoral.

Los últimos datos que maneja el Instituto de Oceanografía son del año 2006. Y revelan, según explicaba a Levante-EMV el investigador principal del proyecto, Juan Antonio Campillo del Centro Oceanográfico de Murcia, que en el litoral valenciano "los niveles de metales pesados o de compuestos químicos son muy bajos y sin ninguna repercusión ni para la salud pública, ni los organismos". De hecho, el único punto "negro" (el color con el que identifican las mayores concentraciones) de la costa valenciana está en Columbretes porque se han detectado niveles elevados de cadmio (Cd). Campillo atribuye la presencia de este metal pesado a "las emanaciones de gases, porque es una zona volcánica". Cataluña tiene cuatro puntos negros de metales pesados y compuestos químicos, existe otro en Murcia y uno más en Andalucía.

"No hay motivos para la alarma"

En Peñíscola también las muestras revelan niveles rojos (intermedio entre alto y bajo) de metales como arsénico y mercurio o contaminantes como "SPCBs y SDDTs" que "se dejaron de usar hace muchos años pero aún persisten porque son contaminantes de degradación lenta". Campillo insiste en que estas sustancias se hallan en "cantidades ínfimas: hablamos de nanogramos (la milmillonésima parte de un gramo) por cada kilogramo de peso fresco de mejillón, por lo que no hay ningún motivo para la alarma".

Un componente muy común en las industrias químicas como el hexaclorobenceno se detectó en el punto de muestreo de Peñíscola -con 0,32 nanogramos por kilogramo de peso fresco-. También se recogieron muestras de transnonaclor, un componente de los pesticidas, aunque el pico los investigadores lo hallaron en Valencia, con 0,21 nanogramos por cada kilogramo de peso fresco (y sólo superado por Tarragona que casi alcanzaba los 0,30 nanogramos). Campillo señala que "estas cantidades son mínimas y no se deben magnificar". Recuerda que, en el caso de Peñíscola, "la presencia de hexaclorobenceno en este punto del litoral no significa que se viertan allí. En este caso los vertidos proceden del Delta del Ebro de dónde son trasladados hacia el sur por las corrientes".

No obstante, la auténtica radiografía del litoral se obtendrá el próximo año. "Necesitas analizar una tendencia de 6 o 7 años -empezamos en el 2000- para obtener un resultado claro y determinar si los niveles de metales pesados o de los compuestos químicos alteran los organismos que se relacionan con los contaminantes (el mejillón o el salmonete) y si afectan a la salud humana". Pero el investigador ratifica, a la vista de los datos que maneja, que la Comunitat Valenciana tiene "niveles bastante bajos".