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Cuarta semana de septiembre y sin novedad en el Palau de les Corts. Con la persiana medio bajada pese a que, por llegar, hoy mismo ha llegado hasta el equinoccio de otoño, cualquiera diría que la Cámara es un negocio en liquidación. El valenciano es el último parlamento autonómico en volver de las vacaciones. Mientras todos han arrancado el periodo de sesiones con la celebración de plenos -en cuatro casos, los dedicados al debate sobre el Estado de la Comunidad-, las Corts no iniciarán las sesiones plenarias hasta el 29 de septiembre, día al que el PP decidió trasladar el debate de política general.
En cuanto a las comisiones, la práctica totalidad han celebrado sesiones. En las Corts, en cambio, los populares las aplazaron hasta el 5 de octubre. La única excepción a este calendario fue la convocatoria improvisada la semana pasada de una comisión el 17 con el fin de censurar a la vicepresidenta De la Vega por el caso Gürtel y otra para que los nuevos diputados asuman el acta el 29. Aún así, la valenciana es la última en convocar una comisión.
La "hibernación" de las Corts es otro efecto colateral del caso Correa, que ha afectado al presidente Camps y otros cargos populares. "Están pillados por el reglamento. Cada vez que hay pleno ordinario, debe celebrarse una sesión de control y Camps no quiere que le pregunten", explicó ayer en pasillos un diputado de la oposición. Según el reglamento, hasta que no tenga lugar el debate de la Comunitat no pueden celebrarse sesiones ordinarias. Conclusión: Se envía el debate más importante del año al final del mes para preservar a Camps de las Corts, territorio hostil. Sólo se arrancó más tarde un periodo de sesiones en 2006, cuando el PP se empecinó en que la moción de censura anunciada por el PSPV se sustanciara antes (el 4 de octubre) que el debate de política general (el 5). Curiosamente, Cataluña también celebrará el debate general el 29 de septiembre. La diferencia es que en el Parlament empezaron las comisiones y ponencias el 15 y ya llevan siete reuniones. Los catalanes comienzan el periodo el 15 de septiembre pero no cierran el anterior hasta el 1 de agosto. El 23 de julio hicieron pleno y hubo comisiones hasta el 29 de julio.
En contraposición, las vacaciones de las Corts son interminables. El último pleno ordinario fue el 11 de junio. Luego hubo otro, el 25, sin sesión de control. Medio día y a casa. El 23 de julio, eso sí, tuvo lugar una Diputación Permanente, el "minipleno". El 11 de junio fue la última vez que el presidente Camps se sometió a una sesión de control. La siguiente será el 15 de octubre. Es decir, cuatro meses, si se exceptúa el debate general del 29. Hasta diciembre, sólo seis plenos ordinarios.
Desorientación
Entre los parlamentos con mayor actividad destacan comunidades socialistas como la andaluza, que comenzó el trabajo con una comisión el 1 de septiembre y lleva 17, o Castilla y León, del PP. Ésta arrancó también el 11 y suma trece comisiones. También Galicia empezó el 2 de septiembre y ha convocado 20 comisiones. Entre los de menor trabajo, sobresalen Madrid (sólo ha celebrado el debate de política general), Murcia (la única actividad, un pleno el 16), o La Rioja (un pleno el 10). La inactividad en las Corts no está exenta de desorientación: Los populares se lanzaron a censurar a De la Vega y con ese fin convocaron una comisión el 17. Luego, al darse cuenta del error (la oposición la aprovechó para arremeter contra Camps por el caso Gürtel), no replicaron, dejando sin defender al presidente.
