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El Consell aprobó ayer el decreto por el que se regula el convenio de asistencia sanitaria a aquellos pacientes privados que cuentan con recursos económicos suficientes y no cotizan a la Seguridad Social. Éstos, podrán disfrutar de todos las prestaciones médicas, farmacéuticas y protésicas que ofrece la sanidad pública valenciana por 90 euros al mes, si tienen menos de 65 años, y 110 si superan esta edad.

La portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, explicó tras la reunión del Gobierno valenciano que unas 4.000 personas podrán beneficiarse de este convenio. La norma permitirá a estos pacientes acogerse a un pago de cuotas trimestrales, en lugar de pagar por cada servicio recibido, y con ella la Generalitat "prevé ingresar cinco millones de euros al año".

La suscripción del convenio, que será voluntaria, determinará la obligación de abonar unas cuotas económicas, que tienen la consideración de precio público y que ascienden a 330 euros trimestrales para los mayores de 65 años, y 270 euros para el resto.

A efectos de este decreto, son pacientes privados las personas que, según la Ley 6/2008 de Aseguramiento Sanitario del Sistema Sanitario Público de la Comunitat Valenciana, tienen la consideración de no asegurados. De este modo, pueden acogerse a este convenio las personas que no trabajan por cuenta propia o ajena, que no son pensionistas de la Seguridad Social, ni pueden beneficiarse de ésta.

También son aquellos que no cotizan, ni tiene obligación legal de cotizar a algún régimen de la Seguridad Social, y aquellos que tienen recursos económicos suficientes, por lo que legalmente no pueden tener cobertura de asistencia sanitaria gratuita.

Turismo sanitario

Junto a estos se incluyen a los ciudadanos extranjeros procedentes de la Unión Europea que viene a residir en España, no tienen cobertura sanitaria de la Seguridad Social de su país de origen y disponen de medios económicos suficientes que impiden considerarles como personas sin recursos.

Muchos de estos inmigrantes de países ricos, sobre todo jubilados británicos, se instalan en la C. Valenciana en busca de prestaciones sanitarias a las que no tienen acceso en sus lugares de origen.