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La construcción y mantenimiento de los primeros 22 kilómetros de la CV-50 adjudicados en noviembre de 2007 costarán el triple de lo anunciado hace dos años, según ha descubierto Levante-EMV y han confirmado fuentes de la Conselleria de Infraestructuras. Se trata del tramo que conecta la variante norte de Benaguasil y la autovía A-3, entre los términos municipales de Cheste y Chiva. Las obras se licitaron en enero de 2007 por 218,6 millones de euros que incluían "la inversión inicial y los gastos de conservación y explotación en euros constantes durante un periodo de 35 años", según el concurso publicado en los diarios oficiales.

Diez meses después, en noviembre de 2007, la Conselleria de Infraestructuras informó de la adjudicación de este primer tramo de la autovía CV-50 con "una inversión superior a los 161, 5 millones de euros".

La adjudicataria fue la sociedad concesionaria Autovía Camp de Túria SA que forman Iridium Concesiones de Infraestructuras (propiedad de la antigua Dragados y ahora ACS, que posee el 60%) y Sedesa (con el 35% de las acciones), la empresa de la familia del vicepresidente del Consell, Juan Cotino.

Sin embargo, el auténtico coste de este contrato se revela en una resolución del conseller de Infraestructuras, del 16 de enero de 2008, en la que se informa que el "importe de la adjudicación" de los 22 kilómetros de autovía es de 435,2 millones de euros. Casi el triple de la cifra que se dio como buena cuando se informó de la adjudicación.

En esta resolución también se habla de un "presupuesto base de licitación o canon de explotación" que asciende a la friolera de 839 millones de euros y que tampoco coincide con la cantidad del concurso publicado en los diarios oficiales (218,6 millones de euros).

La Conselleria de Infraestructuras asegura, ante este baile de cifras, que "todas las cantidades son correctas. Porque una cuestión es lo que costará construir la carretera (los 161,5 millones de los que se informó) y otra es la conservación que durará 35 años", señalan fuentes del departamento que dirige Mario Flores. Preguntado por qué el mantenimiento de un tramo de la CV-50 (aunque sea durante 35 años) duplica el coste de licitación oficial (218,6 millones) y triplica el de adjudicación conocido hasta ahora (161,5 millones), fuentes de Infraestructuras explican que "sucede como las hipotecas para un piso: solicitas una determinada cantidad de dinero y, cuanto más la alargas, al final pagas una cantidad mayor que la que pediste al banco".

Cuando se presentó la carretera e, incluso, cuando se licitó, las cantidades que se barajaban eran de "110 millones para la ejecución de las obras y el resto para el mantenimiento y explotación de la autovía" sin que se hablara de cifras tan elevadas como las definitivas.

A pesar de que las obras de la autovía entre la variante norte de Benaguasil y la A-3 se adjudicaron en noviembre de 2007, las obras todavía no se han iniciado por diversos problemas, como adelantó este periódico el pasado mes de junio.

La confirmación oficial del retraso vino con la respuesta del conseller de Infraestructuras, Mario Flores, a una pregunta parlamentaria de la diputada de Compromís, Mònica Oltra, sobre la situación en la que se encontraban las adjudicaciones de las obras de la CV-50 entre Benaguasil y la A-3 a la altura de Chiva.

La respuesta del conseller no pudo ser más clarificadora: "El inicio de las expropiaciones y de las obras depende de la obtención por los concesionarios de la financiación necesaria, por lo que en estos momentos no se puede indicar un plazo para la finalización de la ejecución de las obras". La respuesta parlamentaria tiene fecha del 27 de julio pero, a día de hoy, la situación es la misma.

Las concesionarias siguen buscando financiación bancaria para los 161,5 millones de euros que necesitan para comenzar a construir la autovía. Con todo, desde el departamento que dirige Mario Flores aseguran que los dos años transcurridos no son "extraordinarios porque este es un proyecto de envergadura" y en este tiempo "la constructora ha tenido que redactar los proyectos de construcción".

La empresa es la primera interesada en comenzar porque, hasta que no circulen coches, no empieza a cobrar. L. b. b.valencia