?

La plataforma de recaudación de fondos para la trama de empresas de Francisco Correa que era Orange Market funcionaba como un reloj suizo. El dinero negro que Álvaro Pérez y sus colaboradores recogían con una mano, lo entregaban con la otra a la organización en Madrid, a cambio de sustanciosas comisiones, sueldos en "B" y "bonus" de más de 30.000 euros en algun0s meses, según se constata en el informe de la la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la policía. Cuando el dinero en metálico no llegaba, alguien iba a por él. Y no un cualquiera.

El 28 de junio de 2007, la primera dama del entramado corrupto, Mari Carmen Rodríguez, esposa de Francisco Correa, fue enviada por el número dos de la organización y mano derecha del jefe, Pablo Crespo, para que recogiera 18.000 euros en negro. Fueron ingresados, también "por indicación de Crespo" como "entrada" en la contabilidad intervenida por la policía en una de las cajas de seguridad de la trama. En las llamadas "cuentas consolidadas" del conglomerado societario -donde aparecen pagos cruzados entre firmas para amañar fiscalmente los resultados- y concretamente en el archivo "Barcelona" aparece un apunte -exactamente el número 29 de 2007- en el que se hace constar esa cantidad de 18.000 euros como aportada a la caja común que servía para sobornar políticos, engordar el patrimonio de Correa y mantener la estructura de la red.

Esa anotación figura, asimismo, en los cuadros de contabilidad "B" del pendrive incautado al contable José Luis Izquierdo. Y en estos mismos documentos clandestinos -custodiados en el piso de la calle Serrano- figura curiosamente una anotación de dinero negro por esa misma cantidad de 18.000 euros, con fecha del día siguiente, el 29 de junio, y con el concepto "Puerto Cipa América" (sic). En los papeles que la policía intervino a Orange Market en su piso de la calle Conde de Salvatierra de Valencia, el 6 de febrero cuando el juez Garzón ordenó los registros, consta un documento "pagos hoja Madrid" con la misma anotación. El Consell no ha admitido, desde que estalló el escándalo, ninguna relación contractual con empresas de Correa, ni en la Copa del América ni en la Fórmula 1. Sólo se admite el contrato de la Volvo Ocean Race.