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La ciencia valenciana será una de las grandes perjudicadas por el tijeretazo que ha supuesto para la investigación científica el anteproyecto presupuestario del Gobierno. En el apartado de inversiones regionalizadas que ha previsto el Ministerio de Ciencia e Innovación para 2010, la Comunitat Valenciana ve reducida la aportación estatal en un 68% con respecto al año anterior. En concreto, la inversión del Gobierno pasa de los 2,2 millones de euros de 2009 a 700.000 euros para el próximo año. La caída contrasta todavía más si se compara con la intención del Ejecutivo central hace tan sólo doce meses. Entonces, las cuentas generales de 2009 prometían una inversión de 5,5 millones de euros en el territorio valenciano para 2010. Al final, la crisis lo ha dejado en 700.000 euros.

El desglose de la inversión señala que 500.000 euros se destinarán a la ampliación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos de Valencia; 100.000 euros permitirán iniciar la construcción del Centro de Física Médica, y otros 100.000 euros se dedicarán a la nueva sede de la delegación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Valencia.

Con este recorte presupuestario, la Comunitat Valenciana -la cuarta autonomía con más población- desciende hasta la duodécima posición en el ranking de comunidades con mayor inversión regionalizada en I+D. Frente a los 700.000 euros que recibe la autonomía valenciana, aparecen cifras astronómicas como los 78 millones de Madrid, los 22 de Andalucía, los casi 8 millones de Canarias o los 5,2 de Castilla y León.

Esta reducción presupuestaria, además, retrasará la puesta en marcha de los dos centros científicos singulares proyectados en Valencia. Del Instituto de Investigación en Física Médica sólo aparecen 100.000 euros, pese a que en 2009 se proyectó una inversión de dos millones de euros para el ejercicio 2010. Y del Centro Integral para la Mejora Energética y Medioambiental de Sistemas de Transporte, por su parte, no aparece ni rastro.

Además de la rebaja de inversiones para infraestructuras y equipamientos que impulsen la ciencia y la innovación, los 12.000 investigadores de la Comunitat Valenciana están sujetos a sufrir lo que tanto teme la comunidad científica española: la reducción de proyectos de investigación y el recorte en recursos humanos.

El coordinador institucional del CSIC en la Comunitat Valenciana, José Pío Beltrán, detalló ayer que la reducción presupuestaria en I+D afectará directamente a los diez institutos valencianos del CSIC, que se nutren de fondos estatales casi en exclusiva. Sin embargo, el tijeretazo también repercutirá indirectamente sobre los centros investigadores no estatales como el Centro de Investigación Príncipe Felipe, el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) o las cinco universidades autonómicas porque, aunque no pertenezcan al Estado, sí que pugnan cada año por fondos de los Planes Nacionales de investigación. La razón es sencilla: si empequeñece el pastel, la porción para cada uno disminuirá inevitablemente, explica el responsable del CSIC en Valencia.

El director general de Política Científica de la Generalitat, Vicente Bellver, alertó ayer que muchos investigadores de la Comunitat Valenciana podrían perder los fondos estatales para continuar el programa investigador en que se hallan inmersos. "Si no enganchan con un proyecto autonómico o europeo, algunos proyectos podrían quedarse en el limbo. Esto podría aguantarse un año, pero no más. Porque asistiríamos al colapso del desarrollo de la investigación, y los jóvenes investigadores podrían marcharse al extranjero o a dedicarse a otra cosa", afirmó Bellver a este diario.

Por su parte, el rector de la Universidad Politécnica de Valencia, Juan Juliá, se unió ayer a las reivindicaciones de los rectores españoles y pidió más apoyo a la investigación porque el colectivo universitario "genera más empleo y mejor retribuido, lo que disminuye el desempleo". Por ello, pese a la crisis, hay que "invertir en la universidad", concluyó. p. c.