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El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, no asistirá el próximo día 17 a la manifestación antiabortista que se celebrará en Madrid organizada por el Foro Español de la Familia, en disconformidad con la tramitación de la reforma de la ley del aborto.

Osoro ha rehusado su asistencia a la marcha, del mismo modo que hace un par de días lo hizo el presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela.

El responsable de la diócesis de Valencia ha justificado su negativa al afirmar que se trata de una iniciativa del movimiento de las familias y otras organizaciones sociales, aunque considera que es una marcha "necesaria" y "conveniente".

Fuentes del Arzobispado manifestaron que Osoro respalda la manifestación, que arrancará a las cinco de la tarde de la Puerta del Sol y finalizará en la Puerta de Alcalá, y anima a los valencianos a que acudan a la convocatoria.

En los mismos términos que el prelado valenciano se manifestó hace un par de días el presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en la inauguración de la Universidad Pontificia de Salamanca, donde dio a conocer que no iba a asistir a la marcha pero que respaldaba la convocatoria porque "persigue un buen fin". Fue el primero que anunció su ausencia.

El pronunciamiento de Rouco de no acudir a la manifestación a abierto la puerta a los obispos de las diócesis que imitarán su gesto para evitar más fricciones con el Gobierno.

Cincuenta mil de Valencia

Por otra parte, alrededor de cincuenta mil valencianos se desplazarán a Madrid en una treintena de autobuses y vehículos particulares, según informó el portavoz del Foro Valenciano de la Familia, Vicente Morro, que indicó que Provida fletará quince y la asociación de familias numerosas otros cinco que partirán de la Alameda.

Las organizaciones del Foro, entre las que figuran la Asociación de Amas de Casa Tyrius y Concapa entre otras, a petición de algunas personas mayores y enfermas que no pueden desplazarse a la manifestación de Madrid han lanzado una consigna para que cuelguen de sus balcones y ventanas una tela blanca con el logo de la manifestación, que es la imagen de un feto, para mostrar su protesta contra la nueva ley que permitirá abortar a las mujeres sin el dictamen de un psiquiatra.