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Doce años de íntegra dedicación. Así es como Isabel López Ruiz cuidó a su madre hasta que murió, a los 96 años. La anciana había sufrido un infarto cerebral y vivía encamada y como "un vegetal total", pero con todo el cariño y cuidado de su hija.

Antes de que se oyera hablar de la Ley de la Dependencia, Isabel pidió reiteradas veces ayuda para tenerla en casa, "porque tenía muy claro que quería cuidar al ser más querido de mi vida".

Desde que inició los trámites para solicitar la prestación que, desde primeros de 2007, la ley reconocía a su madre hasta la actualidad Isabel ha acudido hasta nueve veces al Síndic de Greuges a pedirle su amparo.

"La ayuda la solicité enseguida, en mayo de 2007 pero, viendo que no me hacían caso, a los nueve meses me fui al Síndic y entonces vinieron a evaluarla", explica Isabel, quien a partir de entonces decidió acudir al Defensor del Pueblo valenciano cada vez que vivía una injusticia en propia piel.

"Nueve veces he ido en total, la última cuando murió mi madre, en febrero de este año", agrega. La ayuda como cuidadora familiar se la aprobaron en noviembre de 2008. Y tuvo que reclamar que le pagaran tres meses y medio, porque inicialmente solo le querían abonar uno y medio.

Ahora Isabel quiere ir más allá y exige el pago retroactivo de la prestación desde la fecha de la solicitud. "A mi no me lo quieren reconocer pero a las residencias sí se lo están dando, ¿por qué?, ¿es que nos quieren castigar por haber cuidado de nuestros seres queridos? ", refiere esta vecina de Benimàmet, que asegura que ha ido a varios centros y en todos se abonan los atrasos. Y tiene claro que no va a claudicar.