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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, la persona a la que apuntan todas las miradas en caso de que nuevas revelaciones del caso Gürtel acaben precipitando la salida de Francisco Camps de la Generalitat, estaría dispuesta a ser el relevo siempre y cuando se celebraran elecciones y fuera la candidata. Según ha podido saber este diario, la alcaldesa habría comentado a su círculo íntimo que, llegado el caso, no aceptaría sustituir a Francisco Camps de manera directa, tal como hizo José Luis Olivas cuando Eduardo Zaplana dejó la presidencia de la Generalitat para saltar a Madrid como ministro de José María Aznar. Rita Barberá, no es miembro del Gobierno valenciano como entonces lo era Olivas, pero es diputada autonómica. Es más, fue la número dos en las lista encabezada por Camps.

Con todo, las citadas fuentes añaden que Barberá no contempla la posibilidad de unas elecciones anticipadas dada la debilidad en la que se encuentra ahora el partido, ni tampoco una dimisión del presidente a corto plazo.

El nombre de Barberá salió ayer a la palestra a raíz de una declaraciones del presidente fundador del PP y senador, Manuel Fraga. Este insinuó que la mandataria podría ser el recambio del titular de la Generalitat. En una entrevista a la Cadena Cope y, al ser preguntado sobre si consideraba que con el cese del ex secretario general del PP en Valencia, Ricardo Costa, sería suficiente para frenar la crisis, dijo que sí, pero añadió: "En todo caso allí hay una reserva extraordinaria. Estoy pensando ahora mismo en la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que es extraordinaria y por encima de toda sospecha. No estoy sugiriendo nada, digo que hay una gran alcaldesa en Valencia que lo ha hecho bien siempre. Punto", indicó.

Preguntado de nuevo sobre sus palabras en referencia a Barberá, Fraga reiteró que él sólo estaba diciendo que en Valencia hay "gente como en todas partes" que puede hacer buen servicio al partido.

Lo cierto es que a pesar de la insistencia de Mariano Rajoy de que Camps repetirá como candidato del PP valenciano en las próximas elecciones, en el PP se ha abierto ya el debate de quien podría suceder a un Camps muy debilitado por su imputación en el caso de los trajes, sus relaciones con uno de los cabecillas de la trama Gürtel y, en los últimos días, por su gestión de la crisis desatada tras el levantamiento del sumario. Además, de Rita Barberá, cuyo nombre siempre emerge cuando se habla de relevar al titular del Palau de la Generalitat, sobre la mesa de Génova se barajan dos personas más: el secretario de Comunicación, Esteban González Pons, y el conseller de Economía, Gerardo Camps, el único de los tres vicepresidentes que no ha resultado salpicado por el escándalo Gürtel y cuyo crédito está intacto. Desde Madrid, algunos dirigentes populares consideraban que Rajoy no había tenido ayer otra opción que respaldar a Camps, pero se mostraban convencidos de que la relación personal entre ambos está muy deteriorada.

Las heridas en el PP valenciano después de la marcha traumática de Costa seguían abiertas ayer. A primera hora de la mañana en las Corts y antes de la comparecencia de Rajoy, el sentimiento entre los diputados populares era de pesadumbre. Muchos parlamentarios expresaban en privado su temor a que la crisis se haya cerrado en falso y que el cese de Costa no sea suficiente ante supuestas nuevas revelaciones del sumario que salpiquen al presidente. "Se ha abierto la veda", comentaba un veterano parlamentario. De hecho, diputados próximos Camps veían acertada la propuesta del presidente provincial del PP, Joaquín Ripoll, de formar una especie de gabinete de crisis en la que estuvieran representados los dirigentes más destacados del partido , eso sí, capitaneados por Camps. Otros cargos públicos admitían que es necesario una estrategia contundente que permita al Consell recuperar la agenda política.

La comparecencia de Rajoy a las 13 horas supuso un revulsivo en el PP valenciano. La dirección del partido tocó a rebato y se sucedió una catarata de comunicados y declaraciones cerrando filas en torno al presidente. Prácticamente todos los miembros del organigrama del PP-CV proclamaron la unidad y fortaleza del partido. En el mismo sentido, se pronunciaron los presidentes provinciales del PP de Valencia y Castelló, Alfonso Rus y Carlos Fabra. El primero en hablar, de buena mañana ante Canal 9, fue el conseller Rafael Blasco.

Ripoll: "Las responsabilidades no han acabado"

José Joaquín Ripoll, se desmarcó ayer de la línea oficial y aseguró que las responsabilidades por el caso Gürtel no se acaban con el cese del secretario general del PPCV, al tiempo que aseguró que en la Comunidad de Madrid se había actuado "con más contundencia". Ripoll, que aseguró que hablaba a título personal y que no quería entrar en confrontación con el resto de compañeros de partido. "En la Comunitat se ha hecho de forma menos firme que en Madrid y con problemas para explicar lo que estamos haciendo". Además, aseguró que hasta el Comité Ejecutivo Regional era mayoritario en que Costa no era el único culpable o que no era el culpable. El presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, contestó ayer a su homólogo en Alicante por su propuesta de formar un gabinete de crisis: "Se ha equivocado al proponer la creación de un gabinete de crisis en el PP, porque no hay crisis", dijo. "Ripoll no está en esta onda del partido". remató