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El presidente fundador y senador del PP, Manuel Fraga, alabó ayer la figura de Barberá, de quien dijo que es "extraordinaria y por encima de toda sospecha". Sin embargo, "no diría lo mismo", añadió, de Camps. En declaraciones a la Cope, expuso que un político debe tener una "moral indestructible", con "convicciones éticas muy profundas y la capacidad de ejercerlas". Señaló que "probablemente" a Camps le haya faltado moral "en uno de esos sentidos". "No entro en su moral privada y ante su confesor, pero es evidente que la moral para hacer las cosas con energía no da la impresión que la haya tenido, y ha tenido que ser Madrid quien resolviera el tema del señor Costa", destacó.

Preguntado acerca de si Camps se verá salpicado por sus amistades con implicados en la trama, respondió que espera que "pueda superar eso", aunque también resaltó que si no lo logra, el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien "confía profundamente en la presunción de inocencia, le aplicará la regla fundamental del derecho, que es que el que la hace la paga". Eso sí, dejó claro que él hubiera aplicado el principio de inocencia "con mayor discreción".

La opinión laudatoria de Barberá no la compartía Fraga en 1989. Entonces, su regreso a la dirección de la AP tras la caída de Hernández Mancha conllevó que Barberá, presidenta del grupo popular en las Corts (había sido la candidata a la presidencia de la Generalitat en 1987), cayera en desgracia. En el mitin central de Fraga en las elecciones europeas de 1989, celebrado el 13 de junio, a Barberá no se le permitió intervenir. Para colmo, la dirección nacional designó a Pedro Agramunt, pese a que aún faltaban dos años para los comicios de 1991, como candidato a la Generalitat, dejando a Barberá a los pies de los caballos. El 4 de septiembre del 89 la hoy alcaldesa dimitió como presidenta del grupo ante la desautorización. Siete meses después, el 11 de abril de 1990, volvió al puesto, ya con Aznar en la dirección y tras un "sondeo" entre los diputados del "enviado" de Madrid, el actual Síndic de Greuges, José Cholbi.

A Fabra le contestó ayer el presidente del PP de Castelló, Carlos Fabra. Éste dijo que respeta mucho al presidente fundador, pero que "en este partido uno se tiene que retirar cuando llega el momento".Según dijo, "respeto mucho al presidente Fraga, pues creo que es el presidente que más ha hacho por unir el centro-derecha en España, pero me parece que, desde la distancia, hacer este tipo de afirmaciones es una frivolidad". Al respecto, apuntó que pone "la mano en el fuego" por Rita Barberá y por Camps, "el cual ha sido respaldado por más votos que ningún presidente de ninguna comunidad autónoma gobernada por el PP".

El líder popular, Mariano Rajoy, también tuvo que pronunciarse sobre la frase de Fraga referida a la honradez de Barberá, frente a las dudas que le genera Camps. Rajoy respondió: "Estoy totalmente de acuerdo, como no podía ser de otra manera, con las declaraciones del señor Fraga sobre doña Rita Barberá". Sin embargo, de la parte de Camps no dijo nada.

Camps: "Le prologué un libro"

Preguntado por la misma frase el propio Camps, éste afirmó que tiene "un afecto muy especial" por el dirigente popular. "Yo lo único que puedo decir es que a don Manuel le tengo un afecto muy especial", manifestó Camps, que agregó que él es militante del PP "desde hace muchísimo tiempo". "A don Manuel hace muy poco tiempo le prologué un libro sobre su biografía y, por tanto, respeto, cariño y admiración por quien puso en marcha este proyecto político que ha gobernado España durante ocho años y que va a volver a gobernar España con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno".

Por su parte, el presidente provincial del PP de Alicante, Joaquín Ripoll, se limitó a afirmar que "las opiniones de Fraga son las opiniones de Fraga y las tiene como todos, a veces acierta y otras se equivoca". La socialista Clara Tirado sostuvo que Fraga "ha dejado al descubierto que el PP al completo reniega y desconfía de Camps".