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El presidente de la Generalitat, Francisco Camps fue el protagonista del acto de apertura del Año Judicial, precisamente por su ausencia. Esta vez no pudo expresarle al presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), Juan Luis de la Rúa, su "sentida" amistad, como hizo el año pasado. El presidente -que ha acudido a este acto en dos ocasiones anteriores,- excusó su asistencia porque tenía una reunión ineludible con el Alto Consejo Consultivo.
Juan Luis de la Rúa fue quien hizo un guiño a los recientes acontecimientos judiciales y al tan criticado archivo del caso Gürtel -del que fue copartícipe-, en el que el presidente Camps fue imputado por un delito de cohecho.
Durante su discurso, De la Rúa dijo que "los jueces y magistrados trabajan y lo seguirán haciendo sometidos únicamente al imperio de la ley", y "ajenos a todo tipo de presiones e, incluso, maledicencias". El presidente del TSJCV, cerró su discurso con una alusión a la independencia judicial y con el deseo de poder desempeñar la "función jurisdiccional" con el "sosiego que demanda una eficaz tutela judicial efectiva".
De la Rúa finalizó el acto con una alusión a "la independencia y la responsabilidad en el ejercicio de la facultad jurisdiccional".
La portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Gabriela Bravo, dijo ayer que desde el CGPJ "siempre se ha pedido sosiego y tranquilidad para que los jueces de este país puedan ejercer sus funciones en el clima de serenidad que se necesita para poder trabajar".
Preguntada por el caso Gürtel y las críticas recibidas por el PP ante el CGPJ, aseguró que el Consejo "es respetuoso con el derecho a la libertad de expresión de todos los ciudadanos, y por supuesto, de los políticos".
