A diferencia de tantos otros años, los actos de apertura de curso han sido una luna de miel entre la Generalitat y las universidades valencianas.

Lo que se ha apreciado es colaboración y trabajo por ambas partes. Se han puesto al día los datos con el informe del IVIE, lo que ha sido bueno para todos y nos ha permitido comparar.

Con esta radiografía ¿cómo son las universidades valencianas?

Reflejan lo mismo que el total nacional. Hay una tendencia en los últimos años a un menor número de estudiantes pero, en cambio, profesores e investigadores han mejorado sus resultados. Se han acostumbrado a clases mas pequeña, nuevos métodos... en el fondo, todo lo que se habla de Bolonia se estaba haciendo aquí: Utilizar más medios tecnológicos y más visuales, más interacción con el alumno. Al haber menos estudiantes han podido dedicar más tiempo a la investigación.

¿Sobra alguna universidad?

No sobra ninguna. Cada una cumple su papel, aunque falta especialización.

¿La Generalitat fiscalizará más a las universidades a través de la tesorería según han anunciado?

No es tanto fiscalización dentro de los entes públicos. Lo que ocurre es que, en sus presupuestos, las universidades suelen pasar los remanentes al año siguiente. Esto está justificado en los remanentes que se destinan a investigación porque, normalmente, los proyectos de investigación son plurianuales. Como durante la evolución del proyecto no se ha producido todo el gasto en el primer año, se puede traspasar al segundo o al tercero. Las universidades tienden a tener este remanente. Pero, también, lo hay de otro tipo que no tiene que ver con investigación. No se gasta y se dedica a otras cosas. En un momento con tantos problemas de déficit público en todas las Administraciones se está intentando mejorar la asignación de tesorería. Las universidades lo están haciendo y a los departamentos le piden que lo que no se gastan lo devuelvan.

Así planteado, parece que se le quite autonomía a la universidad porque dejan de gestionar este dinero.

Tampoco sé si lo van a hacer finalmente. Entiendo que la autonomía universitaria existe en el plano de la libertad de cátedra y de investigación pero, al final , todos tenemos que rendir cuentas, como ciudadanos, a la Administración pública.

El nuevo Plan de Financiación Universitaria ¿debería estar en estas fechas?

Estamos recibiendo del IVIE simulaciones sobre la evolución temporal para que sea sensato y no se nos vaya.

¿Está todo pactado?

Tenemos ya un borrador bastante definitivo, lo que pasa es que todas las partes queremos estar seguros y que no nos vayamos a encontrar con sorpresas.

¿Qué criterios serán los que importarán para financiar?

Sobre todo, se van a primar son los resultados. Hay muchas variables relacionadas con la empleabilidad de los alumnos, la investigación, la trasferencia...

¿Volverá a tenerse en cuenta que la Universitat de València es la más antigua, con más alumnos y profesores?

Hay muchas variables, de tamaño, y otras que tienen que ver con resultados. Pero, también, en relación con el tamaño. Hay indicadores de todo, y de volumen. Hay que acompasar financiación a gastos, una parte que se intenta adecuar a los objetivos y otros que vienen marcados, además, por el propio sistema educativo y los cambios de la reforma.

¿Qué supone contar con un campus de excelencia para la Comunitat Valenciana?

Hemos apoyado las cuatro propuestas valencianas. El campus de excelencia es una idea interesante. Sin embargo, el resultado para las universidades valencianas, comparado con otras comunidades es, por su calidad sobre todo, decepcionante. Por supuesto, estamos muy contentos por la Universitat de València. Nos han transmitido que no se clasificaban universidades sino que era una evaluación de proyectos. Hubiésemos deseado que se hubieran conseguido más pero habrá otra convocatoria.

Continúa sin haber una racionalización de las titulaciones.

Se ha hecho un intento al ajustar bastante los grados. Cuatro años, cinco. En España teníamos un modelo muy parecido al que se implanta con Bolonia: los tres años de estudios generales y uno ó dos de especialización, lo que se parece mucho a los tres de grado y dos de postgrado. Pero luego muchos se han ido a cuatro años. En vez de tres y dos, se ha optado por cuatro y me parece un error.

¿Está justificada la tensión estudiantil ante la reforma?

No hay motivos; ha sido un problema de información. No ha habido ningún cambio tan importante.

¿Y la queja de la mercantilización de los títulos que dicen algunos grupos estudiantiles?

Creo que justamente es lo contrario, que muchas veces la universidad está alejada de lo que uno necesita para trabajar.

¿Le preocupa el recorte ministerial para I+D?

Me preocupa como secretaria autonómica y como investigadora. El recorte no debe darse en el el presupuesto. Se puede renunciar a gastos corrientes que pueden ser prescindible, pero la investigación es fundamental. En investigación los proyectos son plurianuales. Este año se han detectado recortes del 20 y 25%.

¿La Generalitat mantendrá la VIU con 300 alumnos virtuales?

De momento, la VIU es una universidad a la que se le ha dado autonomía para el diseño de sus estudios. Pero este año sólo ofrece títulos propios, como otras universidades. Acaba de empezar y aún no tiene ningún título oficial. Está preparando, para presentarlos a la Aneca, los programas de grado y postgrado para ponerlos en marcha. Es pronto todavía. Se han retomados algunos proyectos e ideas nuevas. No ha habido tiempo de decir si es o no un éxito. En cuanto a la sede de Castellón, creo que hay que ser realistas y, a la hora de proyectar, ningún arquitecto lo puede hacer sin contar con los terrenos.