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El terremoto político del "escándalo Gürtel" se ha cobrado esta semana la pieza política del ex secretario general del PPCV, Ricardo Costa, y ha puesto contra las cuerdas al mismísimo presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Pero no sólo eso. Mientras acaba la sacudida, el caso que tiene en vilo a Rajoy también marca un "nuevo orden" en las relaciones entre la dirección del PP alicantino -el sector zaplanista que lidera José Joaquín Ripoll-, la dirección regional y la nacional, en Madrid.

Y es que, de entrada, la desconcertante gestión de la destitución de Costa por parte de Camps, con el sainete de la reunión del martes y la guerra de comunicados con Génova, ha servido para romper el aislamiento de Ripoll y los suyos con la dirección nacional. "Es cierto que ahora ya tenemos línea directa con Madrid, y que para hablar con la dirección nacional, ya no tenemos que pasar por Valencia", reconocieron ayer fuentes de la dirección alicantina.

En la misma línea de reconocimiento, destacados dirigentes del campismo en la provincia admiten que ante la situación "límite y de emergencia máxima" generada por el caso Gürtel es necesario contar con Ripoll, aparcar las viejas y nuevas rencillas y buscar una salida conjunta a la crisis. Para ello, los principales responsables del partido impulsan una reunión entre los tres presidentes provinciales -Alfonso Rus, Carlos Fabra y Ripoll- con el propio Camps para articular un plan de acción que "ponga freno al deterioro de la imagen del partido", muy desgastada por esta semana de enredos, desmentidos y confrontaciones con Madrid que ha protagonizado la dirección regional del PPCV.

Precisamente, la erosión de la imagen del partido en la Comunitat, que se ha convertido en noticia de apertura de todos los telediarios desde el martes al jueves, es una de las consecuencias que más preocupan en las dos corrientes internas. "Está claro por las encuestas y los resultados que aquí, por encima de las personas, se vota a la franquicia del PP y nuestras siglas son el patrimonio de todos, que debemos cuidar al máximo", indicaron en la dirección provincial.

Ante el "nuevo orden" que se vislumbra, el equipo de Ripoll está dispuesto a recomponer las deterioradas relaciones con la dirección regional, pero no a cualquier precio. La ejecutiva provincial considera que, hasta ahora, Valencia ha abusado de sus conexiones con la sede de Génova para "cortar las alas" a la dirección provincial con medidas como el expediente de suspensión al hombre de Ripoll en Elche, Emigdio Tormo, y a la vicepresidenta de la Diputación Mari Carmen Jiménez. "Para que haya acuerdo, todo eso tiene que cambiar". "Quid pro quo".