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¿Hasta cuándo en política? Es de los pocos consellers de Camps a los que todavía no ha salpicado el caso Gürtel. ¿Cómo lo ve? ¿Les pasará factura electoral?

No creo que nos pase factura. Tenemos más de un año y medio por delante y se va a aclarar todo. Además, lo digo sinceramente, para mí, de momento, no hay na­da. Lo único que hay clara es una campaña de acoso y derribo por parte del Gobierno, determinadas instituciones, jueces y fiscales... una serie de organismos apoyados por algunos medios de comunicación que sacan todos estos temas de manera desproporcionada. Otros casos muy importantes y graves como el contrato de la hija de Chaves pasan desapercibidos. En Fitur, por ejemplo, las contrataciones de Turismo con una empresa estaban bien hechas por 700.000 euros. Por el mismo espacio la Junta de Andalucía se gastaba tres millones y medio y no pasaba nada. Se filtran cosas que están bajo secreto de sumario, quién sabe si las conversaciones publicadas no están manipuladas.

Algunas conversaciones tienen tela marinera.

Para mí, lo peor es que se están publicando páginas y páginas de esto y la gravísima crisis económica del país no recibe las mismas páginas. El tema se ha desproporcionado. Se está yendo a por un partido político y las personas que lo dirigen. Lo único que puede decir es que yo llevo dos años en el Consell y a mí jamás me ha dicho nadie a quien tengo que darle una obra y hablamos de una conselleria inversora. Nadie me ha dicho nunca dale esto a éste porque le debemos un favor.

Esta misma semana acaba de anunciar la privatización –vía concesión– de la Línea 2 del tranvía (Alicante-Universidad). Los sindicatos aseguran que FGV tiene recursos suficientes para gestionar la línea con sus medios y, además, denuncian la progresiva privatización de los servicios. ¿Cuál es su opinión?

En ningún momento acepto que se hable de una privatización porque estamos hablando de planteamientos para unas líneas completamente nuevas, tanto para la Línea 2 del Tram de Alicante como a la 2 de Metrovalencia. Hablamos de líneas que nunca han sido públicas y una cosa que nunca ha sido pública no se puede privatizar. En lo que estamos trabajando es en modelos concesionales para financiar infraestructuras. El coste de la línea de Alicante es superior a los cien millones de euros y no está pagado en su totalidad. Lo que pretendemos con la concesión es que la empresa que se la adjudique termine de pagar y, además, recuperaremos el dinero que hemos invertido (...) En Valencia estamos modernizando la línea 1 y la línea 5, y en Alicante lo que se pretende es seguir dando más servicio (...) Lo que buscamos son fórmulas de viabilidad para mantener la estructura de la empresa.

Pero... ¿se privatiza o no se privatiza?

Técnicamente no se puede hablar de privatización porque, insisto, se trata de líneas nuevas que no han sido nunca públicas. Además, el modelo de la concesión lo utilizan todas las Administraciones españolas y en Europa de manera mucho más contundente. (...) En nuestro caso de lo que se trata es de una cofinanciación con la iniciativa privada.

Los sindicatos y la oposición le acusan de dar en concesión un negocio rentable

El que diga que es rentable miente. En estos momentos no hay ninguna línea rentable ni ésta lo será. Hablan también que la Linea 2 generaría 80 puestos de trabajo. Eso es lo importante, da igual que sean públicos o privados. Por otro lado, ahora mismo no hay ninguna línea ferroviaria en la que un mismo explotador construya las vías, compre el material y lo gestione. Es un modelo completamente obsoleto y el primero que lo defiende es el ministro de Fomento que busca iniciativa privada y financiación para sus proyectos.

Lo que no me negará es que el momento elegido es más que complicado con la que está cayendo con la crisis económica. Tan mal se encuentran las cuentas del Consell para no seguir financiando las infraestructuras con los sistemas clásicos. ¿Están las empresas receptivas?

FGV ha ido creciendo de una manera importante en líneas, tiene una estructura de 2.000 personas y unos gastos de mantenimiento cada vez más elevados. La empresa necesita ayudas porque hemos tenido que endeudarnos, porque se trata de un servicio público y pensamos antes en las personas que en los beneficios. Para mantener FGV no sólo hemos decidido dar líneas en concesión sino también crear empresas mixtas de mantenimiento como, por ejemplo, tiene Renfe con todos los fabricantes de material móvil(...).

Pero la pregunta, ¿están las empresas receptivas?

El objetivo es mantener la rentabilidad de FGV y trabajamos en todo tipo de actuaciones para reducir los gastos y una de las iniciativas es contar con la iniciativa privada. Por supuesto que el momento no es el ideal para que las empresas hagan inversiones importantes, pero por eso buscamos otros socios como instituciones financieras, fabricantes de material móvil...