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El ex ministro de Ciencia y Tecnología y diputado nacional por Castelló, Juan Costa, afirmó ayer que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, "no ha estado a la altura de lo que se exige a un líder político" a la hora de gestionar la crisis del PP que ha llevado a la defenestración de su hermano, Ricardo Costa. Al día siguiente de que la dirección nacional del PP decidiera retirar el carné al hasta hace poco mano derecha de Camps, Juan Costa intervino en el programa "Los Desayunos de TVE" donde dejó patente su malestar con la suerte corrida por su hermano.

El diputado cuestionó abiertamente el liderazgo de Mariano Rajoy, -con quien en su día compitió por la presidencia del partido- y el del jefe del Consell, de quien, dijo, "debe dar la cara" y "dar explicaciones" por el hecho de que durante seis años empresas de una trama corrupta estuvieran contratando con el partido y con la Generalitat. "La responsabilidad de un dirigente pasa por aclarar qué ha podido ocurrir, si algo ha fallado, asumir responsabilidades si las hubiera y garantizar a los ciudadanos que una situación así no se va a volver a producir en el futuro", señaló en clara alusión al presidente, si bien evitó responder a la pregunta de sí debería abandonar el cargo.

Aunque Costa midió bien sus palabras, opinó que Génova ha tomado una medida tan drástica con su hermando porque Camps no fue capaz de enfrentarse a Madrid. Así, comparó la actitud de Génova con el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, -que fue llamado de forma inmediata a declarar en el Comité de Garantías por sus palabras sobre Caja Madrid- con lo ocurrido con su hermano, que no tuvo oportunidad de explicarse ante el citado órgano: "La diferencia -apuntó- es que [Gallardón ] le respaldó públicamente y probablemente ése es el motivo por el que con el señor Costa se tomen unas decisiones y con relación al señor Cobo se tomen unas distintas", aseveró. El diputado nacional también se refirió al comité ejecutivo regional en el que, reiteró, "no se tomó la decisión de apartar al secretario general" sino que respaldó su gestión. En su opinión la responsabilidad de la dirección nacional era saber "qué es lo que ocurrió allí" porque "a lo mejor alguien faltó a la verdad".

Por su parte, la secretaria general del PP, Maria Dolores de Cospedal, calificó de "impropio" el comportamiento de Ricardo Costa, pidió perdón al conjunto de la sociedad e indicó que Rajoy sigue confiando en Camps.

Respecto a la asunción de responsabilidades por el caso Gürtel, también habló el presidente provincial del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, quien indicó que Costa "no es la única persona que debería verse afectada" por las revelaciones del sumario. La reflexión en voz alta de Ripoll es secundada en privado por numerosos dirigentes populares que consideran que la única manera de atajar la grave crisis que atraviesa el PP valenciano es apartando de sus responsabilidades en el Consell o en el partido a las otras personas salpidadas en el sumario; a saber: los vicepresidentes Juan Cotino y Vicente Rambla, el secretario de organización, David Serra, y la tesorera, Yolanda García. De hecho, la dirección nacional del PP, que según diversas fuentes precipitó su decisión de suspender de militancia a Costa después de que Camps barajara meterlo en en el Consell, espera que el presidente tome medidas quirúrgicas y aparte a los cargos contaminados.

Sin embargo, el presidente ha trasladado a los suyos que no tiene previsto remodelar su Ejecutivo. Confía en atajar la crisis haciendo cambios mínimos con el nombramiento de un secretario general.

De hecho, con Costa fuera ya del organigrama, el presidente mantuvo a lo largo de ayer varias reuniones y contactos telefónicos con cargos del PP para tratar de reconducir el descontento. En principio, ha descartado reunirse a solas con los barones provinciales y prefiere contactos personalizados. Ayer, se vio con el presidente del PP provincial de Valencia, Alfonso Rus, entre otros y habló en varias ocasiones con el de Castelló, Carlos Fabra. Sin embargo, se resiste a consensuar con ellos el nombre del sustituto de Costa. Según algunas fuentes, el jefe del Consell ha pedido a los presidentes provinciales que confíen en él y apoyen su candidato, pero no quiere revelarles su nombre.

Barberá quiere a Grau

Las fuentes consultadas apuntan que Camps quiere ceñirse a los estatutos del partido, por lo que el nuevo número dos saldría de la lista de 21 vocales elegidos en el último congreso, una lista que en principio fueron descartados por el perfil bajo de sus integrantes. Sin embargo, no sería la primera vez que este puesto es ocupado por una persona sin fuerza orgánica. Adela Pedrosa estuvo tres años como número dos, aunque el peso de la organización lo llevó el defenestrado Ricardo Costa. Ahora se podría optar por una solución similar. En las quinielas y con el aval de Rita Barberá, sonaba ayer el nombre del teniente de alcalde, Alfonso Grau.

El escenario que baraja Presidencia es que Camps convoque al comité ejecutivo regional en los próximos días. Lo lógico es que lo hiciera el lunes para poder acudir al comité nacional que ha convocado Rajoy con una decisión que contrarreste la imagen de inacción.