¿Para qué sirve la arquitectura de los computadores?

Para definir a nivel conceptual y lógico los componentes que tiene un computador y la función que corresponde a cada uno de ellos.

¿A qué proyecto de los que de-sarrolla tiene especial cariño?

Tratamos de mejorar la arquitectura de los servidores, de internet y otros aspectos como la programabilidad, la escalabilidad [sic] y la fiabilidad. Queremos conseguir un gran número de procesadores, y si alguno falla que la máquina siga funcionando sin pararla. El estudio del consumo de energía y las técnicas para reducirlo también es importantísimo. Un servidor de estos en tres años ha consumido tanto en energía eléctrica como costó la máquina. Llegará un momento en que en vez de tener un PC de sobremesa en el despacho tendremos un monitor con un terminal muy sencillito y nos conectará con un PC virtual que se ejecutará en un servidor.

¿Qué nos queda por ver?

Mucho. Se avecina un gran cambio en el modelo de negocio. El actual se basa en comprar un equipo, y al hacerlo —por ejemplo un portátil—, adquirimos un «hardware», una licencia del sistema operativo y de una serie de aplicaciones. Ese modelo, por el cual pagamos independientemente del uso que le vayamos a dar, no parece razonable en el futuro y menos en tiempo de crisis. Sería más razonable un modelo como el de los teléfonos móviles: pagamos por uso. Si lo utilizamos mucho, pagamos más, y si lo usamos menos, pagamos menos. En internet paga lo mismo quien lo usa cinco horas y quien lo usa una vez al mes para escribir una carta.

¿Hasta dónde nos está cambiando internet la vida?

Nos está cambiando los hábitos: tenemos más fuentes de información. Pero hay que ser muy cautos porque las nuevas generaciones cometen el error de pensar que al tener información disponible ya no hace falta aprender. La capacidad de aprendizaje no ha mejorado de nuestra generación a la actual. Sí, los niños buscan la respuesta por internet y, en general, la encuentran. Y creen que siempre va a ser igual, pero a medida que la complicidad de los conceptos aumentan ocurre que las respuestas que buscan no están en internet. Me temo que puede haber una generación que llegue a un punto en que se den cuenta de que son incapaces de razonar y no encuentren esas respuestas en internet. O que se encuentren con múltiples fuentes contradictorias y no tengan capacidad de razonamiento para determinar cuál es la correcta. Nos enfrentamos a un gran reto: las nuevas generaciones no están aprendiendo como deberían y cuando llegue el momento lo lamentar ellos y los que dependamos de ellos.

¿Hemos superado la ciencia ficción?

Depende de cuáles sean los puntos de referencia. Hemos visto muchas cosas en ciencia-ficción que no hemos alcanzado y algunas están muy lejos. Pienso en la película Star Trek, en computadoras que nos responden. Para cosas elementales estamos lejos de conseguir esa situación. No hablo de que un computador sea capaz de entender unas cuantas frases y proporcionar una respuesta. Eso es fácil. Hablo de lenguaje natural, que le hagamos preguntas complejas y entienda el significado de la pregunta. Se necesita toda una base cultural para entender.

Entonces, ¿no hay temor a que se rebelen contra las personas?

Está muy lejos. Aún no tenemos computadores que puedan conducir un vehículo por carretera con la misma facilidad que un humano. La visión artificial no está a la altura para ejecutar estas acciones con fiabilidad y, mucho menos, cuando la visibilidad es limitada. Un computador puede hacer cálculos muy rápidos, pero no quiere decir que haya alcanzado, ni de lejos, las capacidades del ser humano.

¿La investigación es clave para la recuperación económica?

Estoy convencido de que sí. Hay empresas que en momentos de crisis han invertido en I+D, han desarrollado productos nuevos más económicos y más competitivos, y han abaratado los procesos de fabricación. Han introducido mejoras en innovación y cuando los productos han salido al mercado, la gente los compra porque son más baratos o mejores.