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Miles de personas, 50.000 según los organizadores, 2.500 según fuentes de la Policía Local de Valencia, salieron ayer a las calles de Valencia para manifestarse contra la corrupción y para exigir «la dimisión del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y todos los imputados e implicados en la trama Gürtel». La manifestación estaba convocada por el Colectivo contra la Corrupción y a ella se adhirieron diferentes partidos políticos y entidades cívicas. Los convocantes explicaron que seguirán movilizándose «hasta que Camps dimita y convoque elecciones generales anticipadas».

La movilización, que partió desde la plaza de San Agustín, simulaba una procesión, ya que varios participantes portaron un ataúd al son de la marcha fúnebre y una bandera en la que se podía leer «Por las víctimas de la corrupción». Los participantes portaban gran cantidad de pancartas en las que ponía por ejemplo «Mantegürtel. President fácil de untar» o cinco figuras que representaban a Camps, Rita Barberá, Ricardo Costa y Carlos Fabra como «xorisos gürtel». Asimismo, se coreó masivamente y en repetidas ocasiones «Camps dimisión», y también hubo alusiones a la política informativa de Canal 9.

La cola tarda 45 minutos en salir

Con un aplauso multitudinario partieron los participantes de San Agustín hacia la calle San Vicente, pasaron por la plaza de la Reina y terminaron en la plaza de la Virgen. Aún después de que la cabeza de la marcha partiera, se fue uniendo gente y la cola de la movilización acabó saliendo de San Agustín 45 minutos después de que lo hiciera la cabeza.

A la llegada con la compañía de una comparsa a la plaza de la Virgen los presentes escucharon el manifiesto del Colectivo contra la Corrupción en el que señalaron que «hemos demostrado que en el País Valenciano no solo viven corruptos, mentirosos y aprovechados, hemos demostrado que somos muchísimos los valencianos y valencianas que reclamamos un comportamiento ético en política».

Una «cabeza de turco»

Asimismo, los convocantes señalaron que «quien acepta y busca una cabeza de turco, en realidad está reconociendo una culpa propia. Las últimas declaraciones de Ricardo Costa y de sus familiares extiendiendo la responsabilidad a todos los escalafones del partido no hacen más que confirmar la evidencia. Los máximos responsables no pueden rehuir sus responsabilidades».

Del mismo modo, se lanzaron críticas contra la política del Consell, ya que criticaron que es una « lástima no poder vivir en una tierra donde no exista el paro, donde el nivel de éxito escolar sea el máximo, sin barracones en lugar de aulas, ni donde las personas en situación de dependencia estén recibiendo las máximas ayudas». El encuentro finalizó con toda la gente que se encontraba en la plaza de la Virgen botando al canto de «corrupto el que no bote»