?El portavoz del PSPV en las Corts, Ángel Luna, se estrenó en el cargo hace dos años advirtiendo al presidente Francisco Camps de que cada jueves se subiría a la tribuna con el propósito de no hacerle placentera su estancia en la Cámara. Desde entonces muchos han sido los debates que ambos han protagonizado a cara de perro en el Parlamento, especialmente en los últimos meses, en los que el caso Gürtel ha monopolizado todas las sesiones de control al presidente.

Ayer, sin embargo, se sobrepasaron los límites. "Le encantaría coger una camioneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta". La frase se la dirigió Francisco Camps a Luna desde la tribuna y, minutos después, abría los informativos de radio y televisión y estaba en boca de todos los comentaristas. La polémica estaba servida. Era un clamor, dentro y fuera del partido, que Camps había cometido, traicionado por los nervios, un exceso verbal que no tenía excusa. De hecho, por la tarde, el jefe del Consell aprovechó un acto para pedir disculpas por la frase, si bien solicitaba al PSPV que hiciera lo mismo por los ataques que le ha dirigido en los últimos tiempos. Algunas fuentes aseguraban ayer que también Génova lo conminó a dar marcha atrás para reconducir la polémica.

El exceso verbal tiene mucho que ver con la presión que Camps está viviendo por el caso Gürtel. Además, tampoco es la primera vez que confiesa sentirse perseguido por la oposición. Sin ir más lejos hace un mes, en un reunión del partido a puerta cerrada, aseguró que el PSPV "si pudiera, lo gasearía". Ayer lo hizo ante casi un centenar de diputados y decenas de cámaras y periodistas. Ángel Luna contestó desde su escaño: "El otro día hablé en sentido figurado de enajenación política; hoy [por ayer], me tendría que replantear el adjetivo que le puse al sustantivo", soltó.

Con su frase, Camps dio un giro de 180 grados a una sesión que, a pesar de que una vez más versaba sobre el caso Gürtel, era a priori más complicada para los socialistas y, en concreto, para Luna, cuestionado hasta por un sector de los suyos por la querella presentada el lunes contra cargos del PP por presunta financiación irregular, que incluye también a empresarios. De hecho, Luna dedicó su primera intervención a justificar ante propios y ajenos la iniciativa jurídica. El socialista recordó que la querella está basada en un informe policial y se preguntó qué tendría que hacer una oposición responsable ante este documento. "¿Hemos de cerrar los ojos?" "¿Deberíamos aceptar el sistema político corrupto que ha implantado el PP para ver si nos llevamos algunas migajas de las que a ustedes se les caen?", clamó desde la tribuna. El socialista, que logró que sus compañeros de escaño le brindaran en pie una cerrada ovación, se mostró convencido de que el PP "se deshará" del presidente a las primeras de cambio. "En la balanza electoral usted produce más pérdidas que ganancias", añadió. "¡Qué tristes serán sus días como ex presidente!", exclamó.

La dureza con la que el síndic socialista se dirigió al presidente obtuvo una respuesta al mismo nivel. Camps salió al hemiciclo bien armado y con el propósito de dar a los socialistas donde en estos momentos más les duele: las posibles consecuencias negativas de la querella contra los empresarios. De ahí que les hizo responsables de cada adjudicación que las firmas afectadas pierdan en al ámbito nacional o internacional y de poner en peligro 10.000 puestos de trabajo. A Luna, a quien de manera machacona trató de deslegitimar como portavoz en las Corts, le lanzó un dardo envenenado: "Ha traicionado a quien lo trajo aquí y a quien le dio de comer cuando dejó de ser alcalde", manifestó en alusión a Pla y a la empresa Enrique Ortiz, en la que Luna trabajó antes de regresar a la política.

"Luna-Alarte, eclipse complicado"

También le respondió sobre las acusaciones de corrupción y mantuvo que esa palabra "va adherida" a los socialistas. Además, defendió la legalidad de todos los expedientes de contratación de la Generalitat y retó a Luna a citarle uno solo que fuera irregular. Durante el cara a cara con el socialista, Camps llegó a afirmar que seguiría al frente de la Generalitat para que "personas como usted tengan todas las vías imposibilitadas para llegar al Gobierno" y metió cizaña al indicar que el portavoz hace sombra a Alarte. "Es un eclipse complicado", dijo burlón.

En la última sesión de control hasta febrero, Camps acaparó todo el protagonismo al asumir él mismo la réplica a las repreguntas de la oposición, que normalmente delega en sus consellers. Se sintió obligado a hacerlo al ser consciente de que había acusado a Luna de querer asesinarlo dándole "el paseíllo".

Oltra: "A todo político le llega su Alcorcón"

La portavoz del grupo Compromís, Mónica Oltra, que también preguntó sobre los cambios en el partido, estuvo especialmente ocurrente en su intervención. Oltra se mostró convencida de que Camps no repetirá como candidato porque "a todo político le llega su Alcorcón". Por otro lado, inquirió a Camps sobre un informe jurídico encargado por el Consell para explorar la viabilidad de elecciones anticipadas. El presidente reiteró que no adelantará los comicios. Oltra también puso el dedo en la llaga al cuestionar el apoyo del jefe del Consell a Ricardo Costa. "Recuerda que usted le dijo sí caes tú, caigo yo". "El ya ha caído", sentenció.