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Las vidas de Juan Cano, alcalde de Polop, y de Ximo Montiel, concejal de Turismo, caminan paralelas desde hace muchos años, casi desde que eran niños y estudiaban en el colegio Lope de Vega de Benidorm. Además de compartir pupitre, ambos entraron juntos en la política local, apadrinados por el ex concejal de Benidorm Antonio Botella, que también fue titular de Urbanismo en la capital turística. Fue entonces, con su llegada al PP, cuando su relación empezó a estrecharse.

Los dos figuraron en las listas electorales de 1995 y en ellas permanecieron hasta que en 2003 el partido decidió desprenderse de ellos por su presunta implicación en una supuesta extorsión a un empresario al que le pedían dinero a cambio de una licencia.

Aquel episodio fue grabado, al parecer, por el empresario y llegó al PP. La cinta estuvo a punto de llegar a un juzgado, aunque finalmente no llegó a ser utilizada.

En ese lapso de cuatro años hasta su regreso a la primera línea política, Cano volvió a la CAM en la Vila Joiosa, mientras que Montiel fue repescado por José Joaquín Ripoll, quien lo colocó de asesor en el Consorcio de Aguas de la Marina Baixa. Cuentan fuentes municipales que en ese tiempo «Cano seguía poseyendo mucha información y mucha gente dentro del Ayuntamiento que él había colocado».

Cano y Montiel, además, constituyeron varias empresas inmobiliarias en 2006. El primero, en el mes de abril fundó Inversiones Puig Campana SL y Cano Berenguer SL. Montiel, por su parte, lo hizo dos meses después con Contrataciones Santa Inés Internacional SL. Ninguna de las tres ha tenido actividad en los últimos 24 meses.

En 2007 volvieron a las listas del PP tras decantarse por el bando ripollista. Aquello motivó una ruptura interna en el PP local porque varios miembros del partido no compartían la idea de incluirles después de su implicación en el cobro ilegal de comisiones.

Durante los ocho primeros años en que fueron concejales volvieron las actitudes sospechosas, que a algunos les recordaban lo sucedido en 2003. «Cuando les interesaba un terreno hablaban con el dueño y lo compraban para luego venderlo por más valor», recalcaban las mismas fuentes, quienes afirman que, cuando Cano asumió la alcaldía tras la muerte de Ponsoda, creó a su alrededor «un equipo técnico y económico muy afín a él para controlarlo todo».

Los dos regidores mantienen un elevado tren de vida

Tanto Juan Cano como Ximo Montiel pasaron de residir en un modesto piso a sendos chalés lujosos en las afueras de Polop y separados apenas por 50 metros. Del alcalde se conoce que tiene a una hija estudiando en Estados Unidos, cuya manutención le sale al mes por unos 5.000 dólares. Montiel, por su parte, suele viajar con frecuencia a Marruecos y Mali para ver la marcha de los proyectos que tiene allí en marcha. Tampoco era raro que el alcalde ahora encarcelado viajase a Estados Unidos con su mujer. Estuvo en octubre, en plenas fiestas del pueblo, y tenía previsto repetir este mes. Las primeras detenciones lo frenaron.