El pleno del Consell Valencià de Cultura (CVC) aprobó ayer por 11 votos a favor, cuatro en contra y tres en blanco, el informe sobre la normativa de los bous al carrer en el que insta a la Generalitat a suprimir el bou embolat por el "sufrimiento innecesario que padece el animal". El dictamen, tal y como avanzó ayer Levante-EMV, también sostiene que el Gobierno autonómico debería considerar la limitación de estos festejos a los municipios en los que tienen una tradición y antigüedad probada.

Las recomendaciones de la más alta institución consultiva de la Generalitat, no obstante, van a tener un corto recorrido. Apenas media hora después de que finalizara la votación, el propio conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ya avanzaba en la misma sede del CVC que el Gobierno valenciano "va a seguir dando los permisos para celebrar el bou embolat".

El conseller, que había acudido a un acto al Palau de Forcalló , señaló a preguntas de los periodistas que en el tema de los bous al carrer "tenemos el decreto más estricto y más exigente que hay en estos momento en España, no sólo desde el punto de vista de la seguridad de las personas y del cierre de los recintos donde se celebran, sino también en cuanto al maltrato de los animales".

Castellano recordó que cada año "se hacen más de 6.000 festejos de bous al carrer, que prácticamente se celebran en el 60% de los pueblos de la Comunitat Valenciana", y destacó que una de las modalidades que más se realizan es precisamente la del bou embolat.

El responsable de la Conselleria de Gobernación insistió en que la Generalitat "va a seguir apostando por el equilibrio entre hacer compatible el que no se maltrate a los animales y las medidas de seguridad de las personas con el que se puedan celebrar todas tradiciones taurinas del pueblo valenciano recogidas en el decreto autonómico, entre ellas el bou embolat".

El presidente del CVC, el científico Santiago Grisolía, sabedor del rechazo de la Generalitat a sus propuestas, se puso la venda antes que la herida. Así, pocos minutos antes de que Castellano obviara el informe, ante la pregunta de con qué se conformaba que hiciera la Generalitat con estas recomendaciones del CVC, respondió: "Con que nos hagan un poco de caso, más que nada es llamar la atención". "No puedes quitar la tradición, dentro de ello lo que intentamos es que sea lo más amable posible con los animales", añadió.

El dictamen sugiere la sustitución de las bolas de fuego por fórmulas más imaginativa, que no implique el sufrimiento innecesario del animal. Entre ellas, Grisolía, sugirió la posibilidad de reemplazar el "embolat" por pequeñas bengalas u otros artefactos pirotécnicos cuyas llamas no dañen a los animales.

Sanchis-Guarner: "La tradición no justifica festejos sangrientos"

"Los bous al carrer no tienen nada que no sea cruel". Con esta contundencia defendió Manuel Sanchis-Guarner, miembro del CVC, su voto particular en el que aboga por la prohibición total de estos festejos. "La tradición no justifica fiestas sangrientas", dijo antes de señalar que la mayoría de los valencianos se oponen a "la tortura de los animales en público". Como prueba del rechazo social a los "bous al carrer", Sanchis-Guarner citó la encuesta de la edición digital de Levante-EMV en la que el 57% de los lectores no estan de acuerdo con que se celebren este tipo de actos taurinos. Además, incidió en que en los municipios donde se han realizado referendos sobre los bous al carrer "ha triunfado el no". Paterna, la undécima ciudad de la Comunitat Valenciana, hizo una consulta popular a finales de 2008 en la que el 68% de los más de 8.300 vecinos que votaron se mostraron contrarios a reinstaurar los bous al carrer. El voto particular de Sanchis-Guarner contó con las adhesiones de dos miembros del CVC, Elena Negueroles y Carmen Morenilla, aunque ésta última optó por votar a favor del informe "porque soy una persona práctica". dijo.

El Colectivo Antitaurino califica de «decepcionante» el dictamen del CVC

El informe del Consell Valencia de Cultura (CVC) se ha quedado corto para el Colectivo Antitaurino de la Comunitat Valenciana (CACV), que considera «decepcionante» el dictamen aprobado, según explicó ayer el portavoz de esta plataforma, Toni Moreno.

El representante del CACV opina que antes de proponer modificaciones en la normativa, «es necesario que se inicie un debate sobre la conveniencia de estos ´espectáculos´, en los que no puede garantizarse la seguridad de los asistentes,ya que cada año se lamentan víctimas mortales y cientos de heridos, y en los que se maltrata impunemente a los animales».

Reaccionar ante las muertes

Así, el Colectivo Antitaurino insta insta al CVC a que «reaccione ante el grave problema de salud pública que suponen los muertos y heridos en los bous al carrer, dado que, entre 2000 y 2008, perdieron la vida una treintena de personas, y otras 600 han resultado heridas anualmente». En este 2009 son tres los muertos y 270 los heridos.

Por ello advierte que «las muertes no son accidentes, ya que las embestidas de los animales forman parte de la esencia del ´espectáculo´». «Ninguna modificación del reglamento podrá evitar las muertes, porque no se puede regular un empujón, ni un tropiezo», sentencia.

Por otro lado, Emilia Pastor, presidenta de la Asociación para el Respeto y Convivencia con los Animales Domésticos y Salvajes (Arcadys), denuncia que el bou embolat es «un buen ejemplo de crueldad intolerable hacia los animales» y reta a la Generalitat a hacer una consulta popular sobre la prohibición de estos festejos. «¿Por qué no se hace un referendo a ver lo que la sociedad culta y progresista de la Comunitat Valenciana está demandando? Se lo diré en cuatro palabras: Porque no se atreven».