El turismo rural se había convertido en una salida económica para muchos pueblos que poco a poco se iban despoblando. La crisis ha hecho que este tipo de actividad laboral se frene. "La mayoría de clientes de las casas rurales son gente joven, un sector de población que ha notado quizás más el paro", afirma Vicenta Albalat de Casa Rosildos, de la Serra d'en Galceran. Lo que podía ser una alternativa barata a los hoteles de la costa, de momento no se ha disparado en el número de reservas y pernoctaciones. v. x. cvalencia