Además del problema médico que aduce el conseller de Educación, factores como el coste o las posibilidades de cumplir plazos han sido determinantes.

ECONÓMICA. Firmar el convenio con el Ministerio de Educación obliga a la conselleria a pagar su cincuenta por ciento del coste de los ordenadores. El Gobierno central aportaría 11,2 millones de euros para la compra de estos portátiles y la Generalitat debería realizar el mismo desembolso.

PLAZOS. A finales de marzo de 2010, las aulas de quinto curso de Primaria tendrían que disponer del equipamiento informático necesario para la introducción de casi 50.000 ordenadores. La misma conselleria reconoce, por informes de los profesores de Informática, que los centros no están dotados y sería prácticamente imposible cumplir el plazo.

INFRAESTRUCTURAS. El coste real de un aula informática supondría a la conselleria triplicar la aportación del ministerio ya que, además de la adquisición de un ordenador, se han de tener en cuenta los gastos de mantenimiento, el acceso a Internet y la conexión a la red. Como el mismo Font de Mora ha lamentado: "La inversión es tremenda".

ACCIONES PREVIAS. La conselleria facilitó ayer un estudio de profesores del ramo en el que aseguran que son necesarias mejoras en las aulas como la línea ADSL, Wi-FI, Lan o el cableado de red así como la instalación eléctrica.

PEDAGÓGICAS Y RECICLAJE DOCENTE. Ausencia de contenidos digitales, aunque varios profesores universitarios trabajan en ellos. Además se añade la falta de reciclaje del personal docente que se vería obligado a impartir clases con 25 ordenadores por aula.

POLÍTICA. Es un motivo más de enfrentamiento entre ambos gobiernos: el autonómico, liderado por el PP, y el central, por los socialistas.