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El final de la protesta festiva por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) acabó mal ayer, tras un duro enfrentamiento físico entre dos jóvenes manifestantes y una decena de agentes de la Policía Nacional justo a las puertas del CIE de Valencia, en la avenida Dr. Waksman.

La actuación policial y la detención de los jóvenes se produjo después de que los agentes comprobaran que habían realizado una pintada en la que se podía leer «Torturadores», en la misma fachada del complejo de retención de extranjeros.

Tras acercarse para evitar que continuaran spray en mano, los manifestantes opusieron resistencia cuando iban a ser identificados. Uno de los detenidos apenas se defendió y salió ileso pero detenido. El otro, sin embargo, recibió numerosos golpes por parte de los agentes y tras ser arrastrado varios metros por el suelo fue introducido en el furgón policial donde ya le esperaba su compañero. Un agente de la Policía Nacional también resultó herido por la pelea. Se da la circunstancia de que en la misma pared del CIE se había fijado un gran panel de papel para realizar una pintada sin tener que ensuciar el muro. Un papel que finalmente no se usó. Los manifestantes criticaron la actuación policial por su dureza y argumentaron que «por una pintada no te pueden detener a golpes».

Tras los momentos de tensión vividos los agentes responsables del dispositivo de seguridad conversaron con los organizadores de la manifestación y explicaron que al ir a impedir la pintada, los jóvenes «grafiteros» se revolvieron contra ellos y tuvieron que ser reducidos. Después de la trifulca, y ante la posibilidad de que se reprodujeran los problemas, los vehículos policiales se doblegaron y los agentes sacaron los cascos antidisturbios. No hubo más incidentes destacados.